Primera misa navideña del papa León XIV

El reciente inicio del pontificado del papa León XIV se ha marcado con un evento significativo: su primera misa de Navidad, celebrada en la emblemática basílica de San Pedro, en el Vaticano. La ceremonia tuvo lugar el miércoles por la noche, y el nuevo papa, de origen estadounidense, utilizó la ocasión para transmitir un mensaje profundo de “caridad y esperanza” ante miles de fieles.

Unos 5,000 devotos se congregaron en la plaza de San Pedro, desafiando la lluvia, con el propósito de asistir a esta ceremonia festiva, aunque el espacio dentro de la basílica limitara su número. A pesar de las adversidades climáticas, el papa manifestó su admiración por la determinación de aquellos que se presentaron. “Los respeto y les agradezco por su coraje y el deseo de estar aquí esta noche”, expresó en inglés.

León XIV, que adopta un estilo más reservado que su predecesor, el papa Francisco, ofreció una homilía centrada en cuestiones espirituales, evitando las temáticas más controvertidas de actualidad. En su mensaje, reflexionó sobre las distorsiones económicas que convierten a las personas en mercancías, haciendo hincapié en la dignidad infinita de cada ser humano. “Proclamamos la felicidad de Navidad, que es la fiesta de la fe, la caridad y la esperanza”, añadió.

La ceremonia, una de las más solemnes y tradicionales del calendario cristiano, se enriqueció con cantos líricos y gestos simbólicos. Este año, León XIV decidió celebrar la misa a una hora posterior a la habitual, comenzando a las 20:30, en contraste con el horario establecido por Francisco. Un cambio notable es que el papa presidirá la misa del día de Navidad por la mañana, reintegrando una tradición que recuerda al pontificado de Juan Pablo II.

El día de Navidad también incluirá su tradicional bendición “Urbi et Orbi”, desde el balcón de la basílica, donde abordará los conflictos que aquejan al mundo. León XIV, un ferviente defensor de la paz, ha renovado sus llamados en favor de una paz “desarmada y desarmante”, y ya había solicitado una tregua de un día para la Navidad a nivel global.

Es importante recordar que la fecha del 25 de diciembre, designada para la celebración del nacimiento de Jesucristo, fue adoptada en el siglo IV en el mundo occidental, a pesar de que el Nuevo Testamento no especifica el día exacto de su nacimiento.

La Navidad de 2025 coincide con el cierre del Jubileo, un “Año Santo” que ha atraído a millones de peregrinos a Roma, haciendo de esta celebración un evento aún más significativo en el contexto de la Iglesia católica. La misa de Navidad y la bendición papal esperan ser momentos de unión y reflexión, en un mundo que anhela mensajes de paz y esperanza.

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