Producción industrial y gasto personal

Los últimos días de la primera quincena de octubre estuvieron marcados por datos relevantes sobre el consumo privado y las expectativas para la industria manufacturera en México. En medio de un clima incierto, la actividad económica de Estados Unidos también captó la atención, ya que los reportes de inflación, ventas minoristas y cifras de empleo permanecen en espera debido a un cierre del gobierno que se ha prolongado por tres semanas.

En México, el empleo en el sector manufacturero experimentó un retroceso del 0.5% mensual en agosto, lo que representa una caída anual de 2.7%. Esta tendencia negativa se alza como la trigésima caída consecutiva en este indicador, reflejando dificultades en la nómina manufacturera, que en total ha retrocedido un 1.7% en lo que va del año. Los sectores más afectados incluyen la Fabricación de Equipo de Transporte, con un descenso del 7.2%, seguido de Insumos Textiles y Acabado (-5.6%) y Cuero y Piel (-4.5%).

Por otro lado, el gobierno mexicano indicó que el consumo privado, que incluye el gasto familiar, mostró una leve recuperación en agosto, con un crecimiento del 0.2% en comparación con julio. Sin embargo, las cifras interanuales revelaron una variación nula en agosto, y un modesto incremento del 0.6% en septiembre, sugiriendo que el optimismo sobre el consumo aún está matizado por la precaución.

Mientras tanto, el presidente de la Reserva Federal, Jerome Powell, advirtió sobre una desaceleración en la creación de empleo en Estados Unidos, señalando que los riesgos han aumentado en los últimos meses. Aunque la tasa de desempleo se mantuvo baja hasta agosto, se observó un marcado declive en las contrataciones, algo atribuido a una disminución en el crecimiento de la fuerza laboral, además de factores como la menor inmigración y la participación en el mercado laboral.

En el ámbito internacional, los datos de inflación en China reflejan que los precios al consumidor cayeron un 0.3% en septiembre, una bajada más pronunciada de lo esperado, en medio de presiones deflacionistas y un bajo gasto de los hogares. Esta deflación, aunque favorece a los consumidores, se considera peligrosa, ya que puede llevar a los hogares a postergar compras en espera de precios más bajos.

En cuanto a los mercados, el peso mexicano registró una apreciación respecto al dólar, terminando la jornada en 18.3899 unidades, mientras que la bolsa local tuvo un desempeño negativo, cayendo un 1.28%. A pesar de esta baja, los índices mexicanos reportaron rendimientos semanales positivos, acumulando un avance del 24.70% en el año.

Finalmente, el presidente Donald Trump firmó un decreto que impone aranceles del 25% a las importaciones estadounidenses de camiones medianos y pesados, lo cual añade otra variable de complejidad a la relación comercial entre Estados Unidos y México. Al mismo tiempo, el Fondo Monetario Internacional elevó sus previsiones de crecimiento global para el 2025 a un 3.2%, reconociendo que el impacto de las políticas arancelarias ha sido más leve de lo anticipado.

A medida que el año se acerca a su fin, estos datos subrayan la incertidumbre que enfrenta la economía global, haciendo que la atención de analistas y ciudadanos esté más centrada que nunca en las políticas económicas de sus respectivos países.

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