Durante el periodo del 4 al 29 de julio, Venus transita por Géminis, invitándonos a embellecer nuestras rutinas diarias. Este tránsito nos recuerda la importancia de reorganizar nuestros horarios y mejorar nuestros hábitos de autocuidado, así como disfrutar más de los pequeños placeres de la vida cotidiana. Si el trabajo ha sido abrumador, Venus señala que el descanso es no solo merecido, sino necesario. Además, este es un momento adecuado para potenciar las relaciones con colegas, disfrutar más de la alimentación y renovar nuestro entorno laboral, encontrando así alegría en lo que antes se consideraba una obligación.
Paralelamente, Neptuno comienza a retrogradar, lo que puede desencadenar un proceso significativo de desilusión vinculado a temas de familia y raíces emocionales. A medida que este proceso avanza, es probable que empecemos a ver de manera más clara situaciones que antes negábamos, como dinámicas familiares que nos drenan emocionalmente o creencias heredadas que ya no resuenan con nuestra identidad actual. Este es un tiempo propicio para cuestionar nuestro rol dentro del sistema familiar y sopesar si seguimos cumpliendo un papel que ya no deseamos asumir.
Desde el 7 de julio hasta el 6 de noviembre, Urano aterriza en Géminis, lo que puede provocar cambios inesperados en nuestras rutinas, responsabilidades laborales o incluso en nuestra salud. Esto abarca desde cambios en el equipo de trabajo hasta ajustes en el bienestar físico, como cambios hormonales o nuevas intolerancias alimentarias que requieren atención. Este tránsito nos urge a reorganizar nuestro tiempo de una manera más alineada con nuestros deseos, promoviendo una forma de trabajar, vivir y cuidar de nosotros mismos que refleje auténticamente nuestras necesidades.
La Luna Llena del 10 de julio, que se manifiesta en nuestro signo, resalta momentos de culminación emocional. Es un periodo en el que lo que hemos estado construyendo desde enero se revela, ya sea a través de un cambio de identidad, una decisión importante que surge del alma o simplemente un acto de afirmación de lo que ya no nos sirve. Esta luna resalta la importancia del autoexamen, brindándonos un espacio para reconocer el crecimiento personal incluso en aspectos invisibles para los demás.
Por otro lado, el 13 de julio, Saturno —nuestro regente— inicia su retrogradación, centrándose en el trabajo interno relacionado con nuestras raíces. Este periodo puede llevarnos a sentirnos más distantes de la familia o confrontados con nuestro pasado y patrones emocionales que antes no examinábamos. Este tránsito nos invita a reflexionar sobre la fuente de nuestras decisiones, preguntándonos si estamos actuando desde nuestra historia o desde el presente. Si estás considerando mudarte, formar una familia o sanar relaciones con tus progenitores, este es un momento crucial para realizar ese trabajo interno.
La información presentada es válida hasta el 30 de junio de 2025 y puede ofrecer una perspectiva sobre la continuidad de estas influencias astrológicas en nuestras vidas.
Gracias por leer Columna Digital, puedes seguirnos en Facebook, Twitter, Instagram o visitar nuestra página oficial. No olvides comentar sobre este articulo directamente en la parte inferior de esta página, tu comentario es muy importante para nuestra área de redacción y nuestros lectores.


