La población de Francia se manifiesta masivamente en contra de la extrema derecha que amenaza con ganar poder en el país. A lo largo del día de hoy, miles de personas han salido a las calles para expresar su descontento ante el auge de las fuerzas ultraconservadoras y las políticas que promueven.
La manifestación comenzó en París, donde una multitudinaria marcha recorrió las principales vías de la ciudad para alzar la voz contra los ideales de la extrema derecha. El clamor popular se ha dejado sentir en otras partes del país, como Marsella, Niza o Lyon, donde también se han organizado concentraciones bajo el lema “No podemos permitir que el odio y el racismo nos dividan”.
Los asistentes a la manifestación han denunciado el aumento de la violencia y la discriminación hacia diferentes grupos, como los inmigrantes, los refugiados, los homosexuales o las mujeres. Han hecho hincapié en la importancia de defender la diversidad y la libertad, valores que consideran esenciales para construir una sociedad más justa y solidaria.
El movimiento contra la extrema derecha ha sido impulsado por diferentes organizaciones, entre ellas algunas asociaciones de inmigrantes y activistas sociales. También han participado partidos políticos y líderes sindicales, que han llamado a la unidad y la movilización para no permitir que las fuerzas ultraconservadoras obtengan el poder en Francia.
A pesar de la masiva participación ciudadana en las manifestaciones, la extrema derecha mantiene una importante presencia en el país y cuenta con representación en las instituciones públicas. El desafío para la sociedad francesa es encontrar un equilibrio que permita defender la democracia y los valores progresistas sin caer en la confrontación y la violencia.
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