Sostener una editorial independiente en tiempos de incertidumbre es un verdadero acto de valentía. Esta es la realidad que enfrentó la editorial Los libros del perro, cofundada en 2020 por la poeta y traductora Zel Cabrera, junto al diseñador Joel Osorio, en medio de una pandemia que transformó radicalmente el panorama del comercio de libros.
La fundación de esta editorial coincidió con el año más crítico de la pandemia, cuando las librerías cerraban sus puertas y las ventas caían abruptamente. Sin embargo, este ambiente de crisis se convirtió en un catalizador para iniciar un proyecto que buscaba no solo publicar libros, sino crear una comunidad en torno a la literatura. Zel Cabrera expresó que “hacer libros fue nuestra manera de mantenernos activos y reflexionar sobre la situación; era un consuelo en medio de tanto desconcierto”.
Iniciando con publicaciones digitales, la editorial dio sus primeros pasos en el mundo editorial en un contexto de limitaciones y desafíos. A medida que las restricciones disminuyeron, la impresión de libros físicos se volvió una realidad. En la actualidad, Los libros del perro cuenta con un catálogo de más de 60 títulos que abarcan géneros como la crónica, poesía, novela, cuento, dramaturgia y ensayo, con un enfoque en autores jóvenes y emergentes.
La iniciativa también se alinea con la lucha por la bibliodiversidad, que promueve el acceso a una amplia gama de voces y perspectivas literarias. Este movimiento, respaldado por la UNESCO desde la primera década del siglo XXI, busca fortalecer las editoriales independientes y garantizar la pluralidad en la producción de libros. Zel Cabrera mencionó que los esfuerzos de Los libros del perro son parte de esta lucha, que busca no solo crear contenido, sino también generar un espacio donde la diversidad literaria sea la norma, no la excepción.
Además, el modelo de negocio adoptado por la editorial se basa en tirajes cortos, de entre 100 y 200 ejemplares, lo que les permite ajustarse a la demanda real y evitar el almacenamiento innecesario de libros. Esta estrategia es más sostenible económicamente y fomenta un enfoque más amable hacia la producción editorial.
La presencia en ferias literarias y el impulso de una tienda virtual son otras estrategias clave implementadas para resolver los desafíos que imponen los acuerdos con librerías, que a menudo son complicados y oscuros en términos de pago y consignación. Zel Cabrera enfatiza que, aunque no siempre se logran las mejores cifras de venta, lo que realmente importa es la resistencia y el compromiso con la literatura que fomenta la editorial.
Así, a pesar de un entorno adverso, Los libros del perro sigue firme en su misión de construir una comunidad literaria y resistir en el mundo de la edición independiente. En un panorama donde la diversidad literaria es esencial, su labor se convierte en un faro que ilumina nuevas perspectivas y voz para autores emergentes. Este esfuerzo por crear y compartir historias se traduce en una contribución significativa al paisaje cultural, marcando el camino hacia el futuro de la literatura en medio de la adversidad.
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