La Selección Mexicana Sub-20 se encuentra en una encrucijada crucial en el Mundial de Chile 2025. Luego de un inicio complicado con dos empates en sus primeros encuentros, el equipo tiene la oportunidad de asegurar su lugar en los Octavos de Final en su último partido de la Fase de Grupos contra Marruecos. Para seguir adelante, el Tri necesita una victoria contundente, que no solo los llevaría a cinco puntos en el Grupo C, sino que además podría colocarlos como líderes, dependiendo de otros resultados.
Hasta ahora, Marrakech lidera el grupo con tres puntos y un partido pendiente. México ocupa el segundo lugar con dos puntos, mientras que Brasil está en tercer lugar con uno. En este contexto, un triunfo frente a Marruecos se convierte en una necesidad absoluta. Si la selección mexicana logra ganar, garantizará su clasificación de manera directa; un empate, sin embargo, complicaría enormemente sus posibilidades, obligándolos a esperar otros resultados favorables de los partidos pendientes entre Brasil y Marruecos, así como entre Brasil y España.
La historia de México en este torneo ha sido notable, ya que por primera vez en Copas del Mundo Sub-20 ha comenzado con dos empates consecutivos. Esta situación pone de manifiesto no solo el nivel de competencia al que se enfrenta, sino también una cierta falta de definición en momentos clave, algo que el equipo deberá corregir urgentemente.
Para avanzar sin depender de otros, el Tri necesita sumar esos tres puntos vitales. Las posibilidades de clasificación se vuelven más complejas con un empate: México tendría que esperar una derrota de Brasil ante Marruecos y un empate en el enfrentamiento entre Brasil y España. En caso de que la Selección Azteca termine con tres puntos, se verá vulnerable ante los resultados de otros grupos.
La presión recae sobre figuras como Gilberto Mora, quien ha destacado como una de las promesas del torneo y juega un papel fundamental en el ataque mexicano. Junto a él, jugadores como Amaury Morales y Elías Montiel serán claves en la búsqueda de abrir el marcador.
Este sábado, el partido contra Marruecos no es solo un enfrentamiento más en la fase de grupos; es una verdadera oportunidad para que la afición mantenga viva la esperanza y el sueño de avanzar en el torneo. La cita es decisiva, y el equipo se encuentra preparado para enfrentar el desafío con la determinación de avanzar al siguiente nivel. Con una buena actuación, México podría, no solo continuar en la competencia, sino también fortalecerse para la siguiente fase.
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