A partir del 1 de octubre de este año, todos los usuarios de banca móvil y en línea en el país deberán estar atentos a un nuevo requisito de seguridad: el Monto Transaccional del Usuario (MTU). Esta innovadora herramienta promete ofrecer un control adicional sobre las finanzas digitales de cada usuario, siendo esencial en la lucha contra fraudes y robos en un entorno cada vez más digitalizado.
El MTU es un límite que los usuarios podrán configurar según sus preferencias, permitiendo definir la cantidad de dinero que pueden transferir desde su celular, computadora o aplicación bancaria. Los periodos de configuración son flexibles, pudiendo establecerse límites diarios, semanales o mensuales. Este nuevo sistema abarca una gama de operaciones, incluidas transferencias como SPEI, pagos a través de CoDi y pagos de servicios.
Detrás de esta implementación se encuentra la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV), que a través de su Circular Única de Bancos de junio de 2024, impone esta medida con el objetivo de fortalecer la seguridad en las transacciones digitales. Para facilitar la adaptación de los usuarios, existen fechas clave en este proceso. Desde el 1 hasta el 30 de septiembre, los bancos están obligados a ofrecer la opción de configurar el MTU en sus plataformas digitales. Es fundamental que los usuarios activen esta opción durante este periodo; de no hacerlo, el banco asignará automáticamente un límite de 1,500 UDIS, equivalentes a aproximadamente 12,800 pesos mexicanos.
Con un enfoque a futuro, a partir del 1 de enero de 2026, la configuración del MTU se volverá obligatoria para todos los usuarios. En situaciones donde no se haya establecido un límite personal, el banco impondrá uno basado en el historial de transacciones del usuario, lo que puede resultar en restricciones significativas para aquellos que mantengan un bajo nivel de actividad transaccional.
Un aspecto crucial del MTU es que, después de configurarlo, cualquier intento de realizar una transacción que exceda el límite establecido podría ser bloqueado automáticamente. Además, se podría requerir un factor adicional de autenticación para completar la operación, lo que añade una capa extra de seguridad. Esta medida busca proteger a los usuarios, especialmente en un mundo donde la digitalización puede abrir la puerta a riesgos financieros.
Con esta iniciativa, se espera que la inclusión financiera sea más accesible, y que las personas, en especial las más vulnerables, se sientan más seguras al gestionar sus finanzas en el ámbito digital. La evolución hacia un sistema financiero más seguro es un paso significativo en el entorno de la banca en línea y las aplicaciones móviles, marcando un nuevo capítulo en la protección y responsabilidad financiera personal.
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