La satisfacción personal, un anhelo común entre los seres humanos, a menudo parece efímera. Según la neurocientífica Catalina Hoffmann, esta transitoriedad se origina en la manera en que nuestro cerebro está diseñado. La mente, acostumbrándose rápidamente a los logros, nos impulsa a buscar nuevos estímulos para evitar el estancamiento. Este fenómeno puede generar la impresión de que la felicidad es un estado fugaz.
Hoffmann ha desarrollado un enfoque conocido como el Método Neurofitness, que busca equipar al cerebro con herramientas para establecer patrones de conducta que faciliten el logro de metas y objetivos. A través de esta metodología, no solo se potencia nuestra motivación interna, sino que también se fomenta una mayor apreciación del proceso, contribuyendo al bienestar continuo y a la resiliencia mental.
Un aspecto fundamental en esta búsqueda de satisfacción es nuestro diálogo interno. La forma en que nos tratamos a nosotros mismos puede tener un impacto significativo en nuestra motivación. Un enfoque crítico y centrado en los errores puede llevar a una disminución en la autoestima. Por el contrario, un discurso interno más amable y comprensivo puede transformar nuestra perspectiva. Hoffmann destaca que la práctica de reflexionar sobre nuestra autoexigencia y adoptar un lenguaje positivo al hablar con nosotros mismos, especialmente mirándonos al espejo, puede resultar transformador.
Para aquellos que han pasado años siendo severos consigo mismos, hay buena noticia: el cerebro tiene una notable capacidad de adaptación. Con práctica, es posible sustituir pensamientos negativos por afirmaciones más positivas y realistas. Ejercicios como la respiración consciente, la meditación y la música binaural son herramientas efectivas que ayudan a relajarnos, espacio mental para reconfigurar nuestros patrones de pensamiento. La constancia en estas prácticas es preferible a la cantidad, ya que dedicar solo unos minutos al día a cultivar el amor propio puede tener un impacto profundo.
Hoffmann sugiere una serie de hábitos saludables que se deben incorporar al alcanzar metas:
- Premiarnos: Reconocer los logros, en lugar de considerar cada objetivo simplemente como un paso hacia el siguiente.
- Detenerse: Saborear el momento, sentir orgullo por lo alcanzado y recordar sonreír.
- Valorar el proceso: Tomarse el tiempo para apreciar el esfuerzo invertido y tener un mantra que refuerce la autoconfianza, como “Quiero, puedo y voy a conseguirlo”.
La filosofía de Hoffmann presenta un camino hacia una mayor satisfacción y conexión con nuestros logros, resaltando que la temporalidad de la felicidad puede ser modificada a través de patrones de pensamiento más saludables y hábitos positivos. La práctica consciente transforma no solo nuestra relación con los logros, sino también nuestra percepción de nosotros mismos y de nuestro potencial.
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