Enmarcada en la búsqueda de la supremacía en inteligencia artificial, la administración de Trump se ha propuesto elevar a Estados Unidos como la principal potencia en este sector estratégico. Un paso crucial en este camino ha sido la decisión de reubicar la producción de semiconductores en el país.
Para facilitar este cambio, el expresidente Donald Trump ha introducido tarifas y políticas relacionadas con chips, diseñadas para revitalizar la manufactura de semiconductores en territorio estadounidense. Esta estrategia cobró impulso en agosto de 2025, cuando la administración tomó una medida sin precedentes al convertir una subvención gubernamental destinada a la producción de semiconductores en una participación equitativa del 10% en Intel.
Este acuerdo no solo involucra una inversión significativa; también está estructurado para permitir al gobierno estadounidense aumentar su participación en Intel si la compañía reduce su control sobre su negocio de fundición —que produce chips personalizados para clientes internacionales— por debajo del 50% en los próximos cinco años. Esto plantea interrogantes sobre el papel de Intel en los planes de dominación tecnológica que propone la actual administración.
Un poco de contexto es necesario para entender este movimiento. En marzo de 2021, Intel lanzó su negocio de fundición y se comprometió a invertir $20 mil millones en la construcción de dos nuevas plantas de fabricación en Arizona. Sin embargo, el camino no ha sido fácil. A pesar de su intento de adquirir Tower Semiconductor por $5.4 mil millones, la operación se canceló en agosto de 2023 debido a problemas regulatorios.
Desde entonces, Intel Foundry ha enfrentado varios desafíos, incluyendo la dificultad para atraer a grandes clientes. En 2024, la situación llevó al entonces CEO Pat Gelsinger a anunciar que Intel Foundry se convertiría en una subsidiaria independiente. Este movimiento se produjo en un contexto de crecimiento lento, recortes de costos y despidos masivos.
Un rayo de esperanza se presentó en noviembre de 2024, cuando Intel firmó un acuerdo con el gobierno de EE. UU. para recibir $7.86 mil millones en subvenciones a través de la Ley Chips y Ciencia, destinada a fomentar la producción nacional de semiconductores. Sin embargo, este resurgimiento fue seguido por la repentina salida de Gelsinger en diciembre de 2024.
En marzo de 2025, esta inestabilidad llevó a que la compañía hiciera regresar a Lip-Bu Tan como CEO. Tan implementó un plan de rescate que incluía la venta de unidades no esenciales y la reducción significativa de la fuerza laboral. Pero antes de que pudiera estabilizar la situación de la empresa, la administración de Trump tomó una acción decisiva.
El 6 de agosto, el senador republicano Tom Cotton envió una carta a la junta de Intel cuestionando las conexiones de Tan con China, en un contexto donde Cadence Design Systems, empresa que lideró durante más de una década, había enfrentado cargos por violaciones a los controles de exportación. Al día siguiente, Trump exigió la renuncia de Tan, alegando conflictos de interés sin presentar pruebas concretas.
No obstante, Tan se presentó en Washington, D.C. para discutir posibles colaboraciones que impulsaran la manufactura de semiconductores en EE. UU. A medida que se intensificaban las especulaciones sobre la participación del gobierno en Intel, SoftBank anunció una inversión de $2 mil millones en la compañía, allanando el camino para el posterior anuncio de un acuerdo en el cual el gobierno tomaría una participación del 10% en Intel.
Este acuerdo garantiza soporte financiero y plantea preguntas sobre la verdadera naturaleza de la participación del gobierno, que, según se dice, será como inversor pasivo alineándose con los intereses de Intel. La incertidumbre persiste sobre si esta inyección de capital realmente auxiliará a Intel en sus futuros desafíos.
Cabe señalar que la información aquí presentada corresponde a la fecha de publicación original en 2025, y se debe considerar que el entorno de la industria tecnológica y las condiciones económicas pueden haber cambiado significativamente desde entonces.
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