En 2025, Puebla ha visto un resurgimiento notable en su industria de eventos, con más de 1,500 salones de fiestas en la Angelópolis y su zona conurbada reportando una recuperación del 50% en la realización de eventos en comparación con los años anteriores en los que la emergencia sanitaria había forzado su cierre. Según Daniel Pérez Varela, presidente de la Asociación Poblana de Salones Sociales y Jardines para Eventos (Apsaje), este año es el mejor desde el inicio de la pandemia.
Pérez Varela señala que, para adaptarse a la nueva normalidad, muchos empresarios han sido flexibles con sus costos, buscando reactivar sus negocios. Sin embargo, los gastos en servicios esenciales como electricidad y agua, además de la contratación de personal para los banquetes, se mantienen estables, presentando un desafío constante.
Durante las temporadas altas, como graduaciones escolares y festividades de fin de año, esta industria se convierte en un motor económico, generando ingresos que pueden alcanzar hasta los 180 millones de pesos. Con más de 20,000 empleos directos e indirectos, el sector emplea a meseros, cocineros, vigilantes, personal administrativo, así como a organizadores de fiestas, productores de alimentos, grupos musicales, maquillistas y floristas, creando un ecosistema robusto que alimenta diferentes aspectos del mercado local.
Para las celebraciones de Navidad y Fin de Año, se estima que aproximadamente el 60% de las familias optarán por realizar cenas en salones, prefiriendo esta opción sobre la preparación de sus propias comidas en casa. Muchos salones, con dos décadas de experiencia en el sector, ofrecen cenas y presentan grupos musicales, generando así una tradición que atrae a clientes año tras año.
El precio promedio por persona se mantiene en 350 pesos, sin cambios desde el año anterior, a pesar del aumento en costos de insumos. Este precio accesible, combinado con una demanda creciente, ha llevado a que se vendan el 100% de los accesos a eventos tan solo dos días antes de las festividades. Esto asegura un cierre de año con buenos ingresos para los empresarios, que son conscientes de que los primeros meses del siguiente año suelen ser más tranquilos debido a la “cuesta de enero”, que se extiende hasta marzo.
Pérez Varela espera que en 2026 la tendencia continúe en ascenso, volviendo a tiempos donde los salones albergaban al menos un evento cada fin de semana. La esperanza se fundamenta en la resiliencia demostrada por la industria y el deseo colectivo de celebrar y reanudar la normalidad social.
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