El hallazgo arqueológico más reciente en las costas turcas ha causado gran revuelo en el ámbito científico. Centenares de platos y cuencos de cerámica, conservados en perfecto estado y datados en más de 2000 años, fueron recuperados de un navío comercial hundido cerca de Adrasan, en la provincia de Antalya. Esta embarcación, cuyo cargamento estaba compuesto exclusivamente por cerámica sigillata oriental A, ofrece nuevas vislumbres sobre el comercio marítimo que unió Oriente y Occidente durante la transición entre el periodo helenístico y el nacimiento del Imperio romano.
Este fascinante descubrimiento tuvo lugar durante las campañas de investigación submarina realizadas por la Universidad de Akdeniz en septiembre de 2022, bajo la autorización del Ministerio de Cultura de Turquía. El pecio se encuentra a una profundidad de entre 38 y 46 metros, en un área restringida a actividades recreativas, lo que ha favorecido su excepcional estado de conservación. A diferencia de otros naufragios en la región, este barco transportaba únicamente vajilla de cerámica fina, careciendo de otros objetos o elementos del casco, lo que añade valor a este hallazgo para la investigación arqueológica.
La sigillata oriental A es conocida por su alta calidad y su acabado bruñido de color rojo brillante, diseñada para imitar los lujosos acabados de la plata. Esta producción surgió en el siglo II a.C., y su distribución se extendió por el Mediterráneo oriental, con centros de producción en localidades de Siria, Palestina y el sur de Turquía.
Los investigadores han datado las piezas recuperadas entre el siglo II a.C. y el siglo I d.C., clasificándolas según la tipología de John Hayes. Se han identificado varias formas de platos y cuencos, lo que sugiere una producción especializada destinada al consumo doméstico de alto nivel. Además, el hallazgo incluye platos decorados y de gran tamaño, que indican la importancia de esta vajilla en la vida social de la época.
Se propone que el barco tuvo su origen en Oriente y navegaba hacia el oeste como parte de las rutas comerciales marítimas. Una tormenta probablemente lo llevó a chocar contra bajíos ocultos, provocando su hundimiento a unos 300 metros de la costa. Esta zona rocoso ha revelado otros pecios, confirmando que representa un peligro efectivo para la navegación.
Aunque el pecio fue descubierto inicialmente en 2007, no fue hasta 2022 que se llevó a cabo un estudio detallado mediante 67 inmersiones por parte de un equipo de 15 investigadores. Se emplearon técnicas de fotogrametría para documentar el sitio, asegurando que los elementos extraídos volvieran a su ubicación original tras su análisis.
El pecio de Adrasan refuerza la idea de que la cerámica ESA fue uno de los principales bienes manufacturados transportados por mar en los períodos finales del mundo helenístico e inicios del Imperio romano. La uniformidad de su carga sugiere que estas piezas estaban destinadas a un mercado específico, situándose en el Mediterráneo occidental.
Si bien no se prevé una excavación completa en breve, la información recopilada hasta ahora ha ampliado significativamente el conocimiento sobre la distribución y cronología de la cerámica sigillata oriental A. Este hallazgo ofrece una ventana única hacia el comercio panmediterráneo anterior a la consolidación del Imperio romano, facilitando una mejor comprensión de la circulación de productos de lujo en esta fascinante etapa de la historia.
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