La Comisión Reguladora de Telecomunicaciones (CRT) ha anunciado una importante medida que afectará a todos los usuarios de telefonía móvil en el país: desde enero de 2026, será obligatorio registrar las líneas telefónicas. Esta decisión surge tras una amplia consulta pública que buscó mejorar el marco regulatorio relacionado con la identificación de usuarios en el ámbito de las telecomunicaciones.
El debate en torno a esta iniciativa ha hecho hincapié en cuestiones críticas como el servicio de roaming, los mecanismos de verificación de identidad y los documentos aceptables para el registro. Además, ha habido un interés considerable en los protocolos de seguridad y privacidad de los datos, elementos que la CRT deberá abordar en la versión final de los lineamientos.
El contexto actual presenta desafíos significativos: se estima que, para marzo de 2025, el país contaba con aproximadamente 142 millones de líneas móviles. Adicionalmente, se prevé que entre noviembre de 2025 y agosto de 2026 se activen alrededor de 70 millones de nuevos servicios. Sin embargo, hasta el 2 de octubre de 2025, solo 427 mil líneas habían sido registradas. La CRT estima que, para cumplir con las expectativas de un registro eficiente, más de 211 millones de líneas deberán ser integradas en este padrón.
Los costos asociados a la creación de la plataforma tecnológica que permitirá centralizar la información de los usuarios son significativamente altos. Se prevé que esta infraestructura tenga un costo aproximado de 4,053 millones de pesos para las empresas del sector. En particular, el desarrollo de un motor biométrico, crucial para validar la identidad de los usuarios, representa una inversión que podría compararse con menos de un año de renta bajo su esquema más costoso.
Adicionalmente, el desarrollo del software necesario para gestionar y consultar la información de los usuarios también conlleva importantes gastos, que se estiman en 22.6 millones de pesos. Otros costos operativos incluyen la obligación de notificar a la CRT sobre cualquier vulneración de datos personales, un proceso que podría resultar en gastos anuales mínimos por empresa, aunque se espera un volumen considerable de reportes técnicos que podrían aumentar estos costos.
De esta manera, la CRT se encuentra en un momento crucial, preparándose para la implementación de un proceso que evitará el uso indebido de las líneas telefónicas y fortalecerá la seguridad en el uso de servicios móviles. La regulación a venir promete revolucionar la forma en que los usuarios y las empresas interactúan, estableciendo un estándar de identificación que podría influir en el futuro de las telecomunicaciones en el país.
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