En el corazón de la opulenta era conocida como The Gilded Age, la mansión Russell se erige como un testigo de un pasado distintivo que combina la grandeza con la crítica social. Este imponente inmueble, que rinde homenaje al estilo del Petit Château con su interior, contrasta notablemente con su fachada, que recuerda a otro icónico hogar de la dinastía Vanderbilt, la mansión de William H. Vanderbilt, ubicada en el 640 de la Quinta Avenida, a pocas calles al sur.
Conocida como The Triple Palace, esta extraordinaria mansión albergaba 58 habitaciones, cada una con una decoración única que reflejaba un estilo diferente. La propiedad, con su elegante fachada corintia, hacía una poderosa evocación a la arquitectura clásica, aunque no escapó de la dureza de las críticas contemporáneas. En 1940, el destacado cronista social Frank Crowninshield expresó su opinión en las páginas de una influyente revista de moda, describiendo la casa como una “aterradora amalgama de cornisas, áticos, pilastras, entablamentos y arcos”, y la catalogó como “una obra maestra del mal gusto”.
A pesar de su ambición arquitectónica, ninguna de estas espléndidas mansiones ha sobrevivido a la ironía del tiempo, siendo demolidas por desarrolladores a finales de los años veinte. Un dato curioso es que la residencia de Cornelius Vanderbilt, hermano de William K., fue finalmente reemplazada por los afamados grandes almacenes Bergdorf Goodman.
Sin embargo, el legado de estas estructuras extravagantes persiste. El magnate del acero, Henry Clay Frick, quedó fascinado por las magnificencias de The Triple Palace y su colección artística, lo que lo llevó a construir una mansión de estilo similar. Hoy en día, este histórico edificio se ha transformado en el Museo Frick de Arte, que no solo preserva la esencia de aquel periodo, sino que también invita a los visitantes a explorar su rica colección.
La información presentada corresponde a la fecha de publicación original del artículo, pero resuena en el contexto actual, ofreciendo una rica perspectiva sobre la herencia arquitectónica y cultural que aún se puede apreciar en la gran manzana.
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