El Centro de la Imagen (CI) custodia un valioso patrimonio documental que remonta a los días del extinto Consejo Mexicano de Fotografía (CMF), una entidad que estuvo activa desde 1976 hasta los años 90. Este acervo incluye las obras de 761 artistas, de los cuales 158, es decir, el 20.7%, son mujeres, según lo destaca Karen Cordero, historiadora del arte y autora de “Mujeres, género y feminismos”. Este libro representa el segundo volumen de la colección Lecturas al Acervo del CI, mientras que el primero, liderado por Rebeca Monroy Nasr, se enfocó en el fondo del CMF.
A lo largo de su historia, el CMF reunió a fotógrafas de aproximadamente 28 países a través de varias ediciones del Coloquio Latinoamericano de Fotografía, lo que ha enriquecido su colección con un espectro diversificado de visiones artísticas. Cordero se ha enfocado en el discurso de estas mujeres artistas, particularmente en la representación y el tratamiento del cuerpo, así como en cómo su obra refleja un proceso de concientización social y política que empezó en los años 70.
El surgimiento del CMF coincide con un auge en el movimiento feminista en México. Vastas contribuciones de fotógrafas comprometidas con estas luchas, como Yolanda Andrade y Lourdes Almeida, se encuentran en este acervo. Sin embargo, la historiadora señala que el tema del género y el feminismo no están ampliamente representados en la documentación del fondo, aunque el movimiento gay tiene una presencia más notable.
A pesar de esta omisión en los documentos, Cordero ha encontrado en las fotografías elementos que revelan una nueva conciencia sobre la representación del cuerpo femenino. Con esto, ha creado un guion que articula categorías de representación y autorrepresentación que surgen de su análisis.
La colección Lecturas al Acervo nació tras un seminario en 2018, donde se examinó el Fondo CMF. Cordero presentó una propuesta curatorial que generó interés y se transformó en la exhibición “Autorretrato con conciencia” en 2021. Este proyecto requirió una revisión profunda del material y el archivo, resultando en un cuadernillo que acompaña la exposición y se ha reelaborado en el actual libro.
Para la exhibición, Cordero estructuró ocho núcleos temáticos que también están presentados en el libro. Uno de los apartados, “Fragmentos”, explora las representaciones mediáticas y los estereotipos de la mujer, así como las violencias vinculadas a la cosificación del cuerpo femenino. Otro núcleo, “Escenarios”, aborda el uso de técnicas narrativas y la subversión de normas en la discusión de género, identidad y poder.
El apartado “Intimidades” profundiza en las relaciones privadas entre cuerpos y la mirada compartida, destacando, entre otras obras, la de Kathy Vargas, cuya pieza da nombre a la muestra. Los temas también incluyen las dinámicas entre los roles sociales de las mujeres y su experiencia en diferentes espacios, como lugares de cuidado y aislamiento, así como “Espacios de sororidad” y “Espacios de resistencia”.
Dado que el fondo del CMF no fue constituido de forma sistemática, Cordero se encontró con menciones de diversas actividades y participantes ausentes del acervo, lo que la llevó a entrevistar a ocho artistas, incluidas Carla Rippey y María Eugenia Chellet, para recabar sus experiencias y perspectivas.
Esta profunda exploración del fondo e involucramiento con artistas contemporáneas subraya la relevancia de la fotografía como medio para la concientización y la expresión feminista en México. La información arriba detallada es un reflejo de estudios y acontecimientos hasta 2025 y puede haber evolucionado desde entonces.
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