En el fascinante campo de la restauración patrimonial, cada nuevo proyecto es una aventura singular, un recorrido a través del tiempo que ofrece frecuentemente descubrimientos sorprendentes. No obstante, en el silencio de los talleres de restauración, lejos del ojo público, se encuentra el verdadero núcleo de esta disciplina: el meticuloso trabajo que rescató obras del olvido y devolvió su esplendor original.
Un claro ejemplo de esto es el proyecto apoyado por el Vicerrectorado de Transferencia de la Universidad Internacional de La Rioja (UNIR), que tuvo como objetivo restaurar, preservar y difundir un conjunto de valiosas obras en el Monasterio de San Millán de la Cogolla, declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 1997. Este grupo incluía seis libros antiguos de la biblioteca y un cuadro del refectorio del monasterio.
La restauración de los libros fue un importante hito en sí misma, aunque la recuperación del cuadro, “Jesús en casa de Simón el Fariseo”, trajo consigo un descubrimiento notable. Cuando comenzó el trabajo en el lienzo, se reveló que había sido objeto de múltiples repintes a lo largo del tiempo, mucho más de lo esperado. Una investigación detallada descubrió que en 1908, en un intento de “arreglar” las obras durante una celebración, el pintor Mariano Alias había repintado no solo el cuadro en cuestión, sino muchas otras obras, ocultando por completo la creación original.
La restauración del cuadro implicó un proceso de limpieza meticuloso en tres fases: la eliminación total de los repintes, la retirada de una capa de masilla blanca que se había aplicado sobre el lienzo original, y, finalmente, una limpieza profunda que eliminó años de suciedad acumulada. Tras este trabajo, el cuadro había recuperado su aspecto original del siglo XVII, permitiendo calcular que la pérdida de la capa pictórica fue entre un 10 y un 15%. Sin embargo, las partes más significativas, como rostros y objetos, permanecieron intactas.
El esfuerzo final reunió un estudio exhaustivo de la obra de Juan García de Riaño, confirmando su autoría. Este destacado pintor de principios del siglo XVII en La Rioja fue el creador de esta obra, que se data ahora en torno a 1620, mucho antes de lo que se había afirmado previamente.
Además de la restauración del cuadro, los seis libros antiguos restaurados forman un puente invaluable entre el pasado y la era digital. Su selección se basó en su relevancia temática abarcaría medicina, matemáticas, geografía, historia y política, lo que los convierte en testimonios importantes de su tiempo. En un esfuerzo por preservar estos originales y difundir su contenido, se rescataron páginas perdidas, integrándose en un papel diferenciado para garantizar la conservación.
Con la digitalización a alta resolución, estos seis ejemplares están ahora disponibles de forma abierta en el repositorio digital de la Biblioteca Virtual de La Rioja. Esta iniciativa permite que cualquier persona con acceso a Internet pueda explorar este cúmulo de conocimiento.
Este trabajo en el Monasterio de San Millán de la Cogolla, cuna del castellano, demuestra cómo la restauración patrimonial se erige como una herramienta vital de investigación y divulgación. Bajo la dirección de Ana Zabía y con la colaboración de profesionales en el área, se cierne un futuro prometedor para el redescubrimiento y la difusión de la historia cultural. La información aquí presentada se corresponde con la fecha de publicación original, del 11 de julio de 2025.
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