El día de hoy, durante la sesión del Congreso donde se elegiría al gobernador interino de Nuevo León, se vivió un momento de tensión cuando un grupo de manifestantes irrumpió en el recinto, interrumpiendo el proceso democrático.
Según fuentes presenciales, los manifestantes, pertenecientes a diferentes corrientes políticas, ingresaron de manera violenta al recinto, generando caos y confusión entre los presentes. Ante esta situación, la sesión tuvo que ser suspendida momentáneamente, lo que refleja un claro atentado contra la institucionalidad del país.
Es importante destacar que este tipo de actos atentan contra la democracia y el estado de derecho, ya que impiden el ejercicio legítimo de las funciones del Congreso. Además, generan un clima de inestabilidad y desconfianza en la población, lo cual no abona en nada a la construcción de una sociedad justa y equitativa.
Es responsabilidad de las autoridades competentes garantizar la seguridad y el orden en estos espacios legislativos, así como investigar y sancionar a los responsables de estos hechos. La sociedad en su conjunto debe exigir el respeto a las instituciones y rechazar cualquier acto que busque socavar la democracia.
En conclusión, es necesario reflexionar sobre la importancia de preservar el funcionamiento de las instituciones democráticas, así como rechazar cualquier intento de vulnerarlas a través de actos violentos o de desobediencia civil. La democracia se construye con diálogo, respeto y participación ciudadana, no con la violencia y la intimidación.
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