Las sanciones más recientes impuestas por Estados Unidos a las gigantes petroleras rusas Rosneft y Lukoil están siendo desestimadas por Moscú, que asegura haber desarrollado una “sólida inmunidad” ante este tipo de medidas restrictivas. María Zajárova, portavoz de la diplomacia rusa, declaró que estas acciones del Departamento del Tesoro estadounidense “no plantearán ningún problema particular” para el país, enfatizando la capacidad de Rusia para seguir expandiendo su potencial económico y político.
En su comparecencia de prensa, Zajárova calificó la decisión de Washington como “totalmente contraproducente”, argumentando que socava cualquier esfuerzo por conseguir un avance significativo en las negociaciones sobre el conflicto en Ucrania. Según ella, las sanciones parecen ser un reflejo de una política que busca forzar a Rusia a sacrificar sus intereses nacionales, con la historia mostrando que tales intentos han resultado en fracasos tanto para EE.UU. como para la estabilidad económica global.
El pasado 23 de octubre de 2025, el Departamento del Tesoro anunció estas sanciones en respuesta a lo que considera una “falta de compromiso serio” por parte de Moscú hacia un proceso de paz en Ucrania. Aunque Rosneft y Lukoil ya enfrentaban restricciones, estas nuevas medidas se extienden a sus filiales y empresas asociadas en las que tengan más del 50% de participación. Además, esta penalización incluye el bloqueo de bienes e intereses en territorio estadounidense y prohíbe transacciones por parte de individuos y empresas de EE.UU., excluyéndolos del sistema financiero estadounidense.
Zajárova, por su parte, advirtió que la Administración estadounidense podría enfrentarse a consecuencias similares a las de administraciones anteriores, resaltando que cualquier iniciativa confiscatoria de la Unión Europea también daría lugar a una “respuesta dolorosa y garantizada”. Enfatizó que Rusia actuará con “pleno respeto del principio de reciprocidad” en el ámbito internacional, buscando compensar los daños infligidos al país.
Estas acciones reflejan una tensión persistente en las relaciones entre Rusia y Occidente, donde medidas económicas y restricciones se han vuelto herramientas frecuentes en un entorno geopolítico cada vez más complejo. Al abordar la reciente ampliación de las sanciones de la UE, Zajárova aseguró que Rusia evaluará cuidadosamente cualquier nuevo paquete antes de proporcionar su respuesta formal. Es un momento decisivo que promete continuar impactando la dinámica de poder global.
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