Jesús María Tarriba Unger, quien recientemente ha adquirido una nueva dimensión pública al convertirse en el esposo de Claudia Sheinbaum Pardo, presidenta de México, se presenta como una figura reservada en el panorama político del país. El par contrajo matrimonio el 17 de noviembre de 2023, y desde entonces, su vida ha captado el interés de muchos, aunque él mantenga un perfil bajo.
Con una sólida formación y experiencia, Tarriba ha estado vinculado al Banco de México desde 2017, donde ocupa el cargo de líder en la Gerencia de Análisis de Riesgos del Sistema Financiero. Su carrera profesional se extiende por diversas instituciones bancarias tanto nacionales como internacionales, destacándose en su trayectoria en el Banco Santander en España desde 1997 hasta 2016, donde asumió varios roles, incluyendo analista cuantitativo senior y director de gestión de riesgos.
En cuanto a su situación económica, la Plataforma Nacional de Transparencia ha reportado que, entre el 1 de julio y el 30 de septiembre de 2023, su salario mensual era de 48,607 pesos mexicanos, que aumentó a 51,560.60 pesos en el siguiente trimestre. Esto sitúa su ingreso anual en aproximadamente 723,365.76 pesos, aunque no considera otros posibles beneficios adicionales como prima, seguro y compensaciones.
La información disponible sobre Tarriba también revela aspectos personales que pueden interesar al público. Nació el 1 de septiembre de 1962 en Mazatlán, Sinaloa, y en 2025 alcanzará los 63 años. Posee una amplia formación académica, que incluye una licenciatura, maestría y un doctorado en Ciencias y Física, destacándose al recibir el Premio Weizmann de la Academia Mexicana de Ciencias en 1994 por su tesis doctoral.
Entre los detalles menos conocidos de su vida personal, se menciona que tiene una hija, Fernanda Tarriba Tello, quien reside en España y es psicóloga especializada en salud femenina. Es además notable que está casado con la tataranieta del expresidente Porfirio Díaz.
A medida que el Primer Caballero de México se establece en su nueva posición, su vida y trayectoria seguirán siendo objeto de interés y análisis en el contexto del gobierno actual y su relación con la presidenta. Su perfil, en contraste con la visibilidad de su esposa, añade una capa adicional de curiosidad a su figura pública en un momento de cambios en el liderazgo del país.
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