Gerhard Schöder, excanciller alemán, ha perdido su caso ante los tribunales. Este consistía en que quería que se le pagase una oficina y personal con el dinero público. El juicio que se ha desarrollado en Alemania ha dictaminado que el excanciller no tiene derecho a estos beneficios. Esto nos ha recordado que las personas que ostentan cargos públicos no son invencibles y que deben someterse a las leyes del país.
En esta ocasión, Gerhard Schöder ha quedado en evidencia. Durante años, se han conocido diferentes escándalos que ha intentado justificar o negar. Uno de los más resaltantes fue el caso en que el excanciller se unió a una compañía rusa. Luego se descubrió que dicha empresa tenía estrechos lazos con el gobierno ruso, hecho que resultó muy polémico y que generó descontento en la sociedad alemana.
Es igualmente importante mencionar que, aunque la lucha contra la corrupción se ha intensificado en muchos países, aun existen casos donde las personas en cargos públicos tratan de aprovecharse de su posición para obtener beneficios personal. Durante la pandemia del Covid-19, han surgido numerosos casos de corrupción que han generando indignación entre la población. Es importante implementar medidas de control para evitar que personas con puestos de poder se aprovechen de la situación y dañen la imagen de la política.
En conclusión, resulta fundamental que en todos los países existan leyes claras que establezcan los límites de lo que se considera legal o no, tanto en lo que refiere a dinero como a influencia. Esperemos que este caso sea una lección para aquellos que deseen aprovecharse de su posición para obtener beneficios personales. El objetivo de un cargo público debe ser siempre servir a la sociedad, no enriquecerse a costa de ella.
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