Un reciente estudio ha revelado que las tecnologías diseñadas para eliminar los llamados “químicos eternos” del agua potable no solo cumplen esa función, sino que además desempeñan un papel crucial en la eliminación de otras sustancias nocivas, algunas de las cuales están vinculadas a tipos específicos de cáncer. Publicado en la revista ACS ES&T Water, este hallazgo surge en un momento crítico, dado que la administración Trump se encuentra en medio de una revisión de las normativas que exigen a los sistemas de agua actuar frente a estos compuestos contaminantes.
Los PFAS, o sustancias perfluoroalquiladas y polifluoroalquiladas, son un extensivo grupo de miles de químicos que no se degradan en el medio ambiente, lo que les confiere una gran persistencia y los convierte en un problema de salud pública. Un estudio del Servicio Geológico de los EE. UU. reveló que hasta un 45% del agua del grifo en Estados Unidos podría contener al menos un tipo de PFAS.
El año anterior, la administración Biden estableció por primera vez límites legales para la cantidad de PFAS en el agua potable, fijando estándares estrictos para seis tipos distintos. Las empresas de servicios de agua deben cumplir con estos límites y llevar a cabo el saneamiento necesario antes de 2029. Sin embargo, en mayo, la Agencia de Protección Ambiental (EPA) anunció que reconsideraría las regulaciones para cuatro de esos seis químicos, prolongando el plazo por dos años. Esta decisión fue motivada por las preocupaciones expresadas por las utilidades de agua, que argumentan que los costos asociados a la instalación de sistemas de filtración para PFAS han sido subestimados.
Brigit Hirsch, portavoz de la EPA, destacó que la agencia está tomando medidas integralmente para abordar la problemática de los PFAS, enfatizando que están evaluando posibles requisitos más estrictos mientras reconsideran los estándares propuestos.
Los expertos también sugieren que la limpieza del agua de PFAS podría tener beneficios adicionales. Los autores del estudio, empleados de la Environmental Working Group (EWG), destacan que la tecnología utilizada para eliminar PFAS también es capaz de filtrar otras substancias perjudiciales, incluidas aquellas generadas como subproductos del propio proceso de tratamiento del agua.
El estudio analiza tres tecnologías de filtración que han demostrado ser efectivas en la eliminación de PFAS, tecnologías que ya están en uso generalizado y reconocidas por su eficacia en reducir una gran variedad de contaminantes. Los métodos habituales de desinfección de agua en EE. UU. implican la adición de productos químicos, principalmente cloro, que aunque eliminan patógenos nocivos, no son capaces de eliminar PFAS ni otros contaminantes como metales pesados o elementos como el arsénico.
Hasta la fecha de publicación del estudio (2025-09-04), estos hallazgos son fundamentales para comprender la magnitud de la contaminación del agua y la efectividad de las tecnologías actuales, un tema que seguirá siendo de actualidad en los años venideros.
Gracias por leer Columna Digital, puedes seguirnos en Facebook, Twitter, Instagram o visitar nuestra página oficial. No olvides comentar sobre este articulo directamente en la parte inferior de esta página, tu comentario es muy importante para nuestra área de redacción y nuestros lectores.