La Clave Única de Registro de Población (CURP) biométrica ha comenzado a implementarse en México desde el 16 de octubre de 2025, marcando un hito importante en la identificación de los ciudadanos. Se espera que este nuevo documento se convierta en un requisito fundamental para diversos trámites tanto en el sector público como privado.
La CURP biométrica tendrá un formato tanto físico como digital, lo que ofrece mayor accesibilidad. Los ciudadanos pueden solicitar su CURP en alguno de los 145 centros de atención ya habilitados en oficinas del Registro Civil y del Registro Nacional de Población (Renapo) a lo largo del país. Estos centros están ubicados en espacios adaptados por la Secretaría de Gobernación, lo que promete facilitar el acceso a este trámite.
Según información oficial, aunque se planea que en un futuro sea posible solicitar la CURP biométrica en línea, por el momento esta opción solo estará disponible para aquellos que ya hayan registrado sus datos biométricos — como huellas dactilares y escaneo del iris — en instituciones como el Servicio de Administración Tributaria (SAT) o la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE). El proceso en línea se realizara a través de la plataforma Llave MX, donde los usuarios deberán autorizar al Renapo el acceso a su información resguardada por otras dependencias gubernamentales.
La plataforma Llave MX también ofrecerá otros beneficios, permitiendo a la ciudadanía acceder a trámites, programas sociales y servicios públicos desde cualquier parte del país. Además, ofrecerá la posibilidad de consultar el estado de solicitudes y recibir notificaciones oficiales sin necesidad de trasladarse.
Sin embargo, la nueva CURP biométrica no está exenta de controversias. Organismos como México Evalúa han expresado preocupación sobre la implementación de esta medida. Si bien consideran que eliminar trámites duplicados y filas es una meta loable, advierten que el éxito dependerá de cómo se implemente y de las condiciones en las que se proteja la información personal. Los riesgos técnicos, legales y éticos relacionados con esta nueva identificación son objeto de análisis y debate, especialmente en un contexto donde la resguardación adecuada de datos es crítica.
La CURP biométrica es un avance del documento tradicional, y además de los caracteres alfanuméricos iniciales, ahora incluirá datos biométricos como huellas digitales, escaneo del iris, fotografía del rostro y firma electrónica. Este nuevo método de identificación, que entró en vigor el 17 de julio de 2025, tiene un plazo de adaptación de 90 días, el cual finalizó en octubre. La Ley General en Materia de Desaparición Forzada de Personas establece que este documento será de aceptación universal y obligatorio en todo el país, lo que obliga a entidades públicas y privadas a solicitarlo para sus trámites y servicios.
En un contexto donde la digitalización avanza rápidamente, es fundamental que las medidas adoptadas garanticen la seguridad y privacidad de los datos personales. La CURP biométrica podría transformar la forma en que los ciudadanos interactúan con el gobierno y acceden a servicios. No obstante, el camino hacia una implementación exitosa requerirá atención cuidadosa a los detalles y un compromiso firme con la protección de la información.
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