En un mundo donde los límites parecen bien definidos, muchos artistas encuentran que cruzarlos abre un abanico de posibilidades. Así lo expresa una destacada figura en la escena musical: su evolución ha demostrado que no es necesario encasillarse en géneros o modas establecidas. Esta artista recuerda sus dudas al lanzar Satisfier, un tema que se apartaba del reggaetón que la había precedido, pero que terminó siendo un gran éxito, reafirmando su derecho a explorar diferentes estilos y sonoridades.
Con una carrera musical en ascenso, ha cultivado una relación sincera y profunda con su audiencia. Reconoce que, pese a las críticas que subrayan su identidad femenina y su presencia en un campo tradicionalmente dominado por hombres, existe un fuerte reconocimiento por parte de sus colegas y seguidores. Esta red de apoyo le brinda la seguridad necesaria para continuar su travesía, llena de autenticidad y valor. En Argentina, su voz ha llenado un vacío significativo, contribuyendo a una subcultura que busca quebrantar prejuicios y avanzar hacia el reconocimiento de los derechos individuales. “Salir a la calle a luchar por nuestros derechos es fundamental”, afirma, resaltando la importancia de la acción social en su música.
Con la vista firmemente puesta en el futuro, esta artista se encuentra en un emocionante proceso de creación de su primer disco de larga duración, una obra que considera como su auténtica presentación al mundo. A medida que su carrera ha crecido, también lo ha hecho su ambición y su dedicación. Está ansiosa por dedicar el tiempo y la atención que el proyecto merece, observando cómo cada entrega posterior le ha exigido un mayor esfuerzo y creatividad. “Cada uno de mis proyectos tiene más trabajo que el anterior”, menciona, y destaca su deseo de incluir en el disco no solo nuevos temas, sino también las experiencias que la han formado en su camino como artista. Sus vivencias, desde conciertos hasta interacciones con fans, se materializan en su música, aportando un valor emocional inigualable.
Con una pasión inquebrantable por la música, esta artista invita a su audiencia a indagar más y a explorar más allá de lo convencional. Argumenta que la búsqueda de música nueva no sólo enriquece la experiencia auditiva, sino que también puede ser transformadora. “Hay música para todo: para bailar, para pensar, para llorar”, comparte, con una convicción inspiradora. A través de sus palabras, se hace evidente que busca estimular a otros a no limitarse a las recomendaciones populares, abriendo la puerta a un mundo sonoro diverso y profundo.
La narrativa de esta artista no solo es un testimonio de su evolución personal y profesional, sino también un llamado a la comunidad a abrazar la diversidad y la libertad en la expresión musical, dejando claro que ser audaz puede llevar a descubrimientos inesperados y enriquecedores.
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