Cozumel ante el dilema del cuarto muelle de cruceros
Cozumel, conocida por sus espléndidos arrecifes y vibrante vida marina, enfrenta un nuevo reto en su desarrollo turístico: la construcción de un cuarto muelle de cruceros. El senador Eugenio Segura, perteneciente al partido Morena y presidente de la Comisión de Turismo del Senado, ha manifestado su preocupación ante los posibles impactos ambientales y sociales que este proyecto podría acarrear.
Segura ha subrayado la importancia de realizar un análisis exhaustivo sobre la ubicación del muelle, enfatizando que cualquier daño que pueda afectar al Arrecife Mesoamericano, el segundo más grande del mundo, será motivo suficiente para su oposición. Además, ha advertido que la construcción podría restringir el acceso para los locales a una zona excepcional donde los cozumeleños disfrutan de esnorkel sin necesidad de permisos especiales.
La comunidad local ha tenido la oportunidad de expresar sus preocupaciones, lo que ha llevado al senador a estar más consciente de las implicaciones del proyecto. Aunque se espera el análisis por parte de autoridades locales y federales, la postura de Segura parece clara: la salud del ecosistema y el bienestar social deben ser priorizados.
Este cuarto muelle forma parte de los 39 proyectos del Acuerdo para la Reactivación Económica, lanzado por la anterior administración federal en octubre de 2020. La Secretaría de Obras, Comunicaciones y Transportes ya ha otorgado una concesión por 20 años a la empresa Muelles del Caribe, que implica una inversión que supera los 500 millones de pesos. La terminal abarcará un área de 2,354 hectáreas, y su diseño incluye un muelle en forma de "L”, edificado sobre 774 pilotes de acero, lo que permitirá la llegada de embarcaciones de gran tamaño.
El proyecto también contempla un edificio de dos niveles en la zona terrestre, destinado al desembarque de pasajeros y a un espacio comercial que proporcionará servicios variados para turistas y locales. La infraestructura incluirá un elevador, escaleras eléctricas y un puente peatonal que facilitará el acceso.
A medida que Cozumel navega por estas aguas inciertas, el debate sobre el cuarto muelle se intensifica, suscitando la atención no solo de expertos y ambientalistas, sino también de la comunidad que depende del ecosistema que ha sostenido su cultura y economía. La decisión última podría tener un profundo impacto, y el tiempo dirá si se priorizan los negocios a corto plazo sobre la conservación a largo plazo.
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