Claudia Sheinbaum, la actual presidenta, dio a conocer que las negociaciones entre su gobierno y la administración de Donald Trump siguen en marcha, a pesar del reciente anuncio del presidente estadounidense sobre la ruptura de negociaciones con Canadá. En una conferencia matutina, se le preguntó a Sheinbaum sobre cómo esta decisión podría afectar a México y el acuerdo trilateral T-MEC. Su respuesta fue clara: “Vamos a esperar”.
La presidenta se mostró optimista al afirmar que, en el caso de México, “vamos muy adelantados”, enfatizando que el secretario de Economía, Marcelo Ebrard, viajará a la cumbre de APEC para reunirse con el equipo de Trump y cerrar los acuerdos pendientes. “Estamos haciendo progresos en algunos puntos que ellos consideran como barreras al T-MEC. Aunque nosotros no los consideramos así, seguimos avanzando”, agregó.
La situación se torna más interesante dado que, días antes, Trump había decidido cancelar las negociaciones comerciales con Canadá. Esta decisión se dio tras acusar a las autoridades canadienses de utilizar un discurso del expresidente Ronald Reagan de manera manipuladora en una campaña publicitaria en contra de los aranceles. Trump no se detuvo ahí y, en su red social, continuó criticando a Canadá, afirmando: “¡CANADÁ HIZO TRAMPA Y FUE ATRAPADO!” y acusándolos de intentar influir ilegalmente en decisiones de la Corte Suprema de EE. UU.
En medio de este escenario, el mensaje de Sheinbaum tiene como objetivo tranquilizar al sector industrial mexicano. La reciente noticia de que la Cooperative Manufacturing Plant (Compas) cerrará su planta en Aguascalientes a partir del 31 de mayo de 2026 ha generado inquietud en el sector automotriz sobre el verdadero estado de las negociaciones entre Ebrard y sus contrapartes.
Estos acontecimientos subrayan la complejidad de las relaciones comerciales entre México, Estados Unidos y Canadá, un triángulo que continúa siendo fundamental para el futuro económico de la región. La fecha del 31 de mayo de 2026 marca un punto crítico que podría influir en la dinámica del T-MEC y la competitividad de México en la industria internacional. Las negociaciones continúan, dejando a la espera no solo a los políticos, sino también a los sectores productivos que dependen de estos acuerdos.
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