La tensión entre México y Estados Unidos sobre el suministro de agua se intensifica. Este martes, la jefa de gobierno de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum, rechazó la posibilidad de cumplir con la exigencia del presidente estadounidense, Donald Trump, de entregar 246 millones de metros cúbicos de agua de la cuenca del Río Bravo a agricultores de Texas antes de que termine el año. A pesar de estos desafíos, Sheinbaum afirmó que se buscará un acuerdo para cumplir con el Tratado de Aguas de 1944.
Durante su conferencia matutina, la mandataria subrayó que la advertencia de Trump, en la que amenaza con aumentar los aranceles en un 5% si no se cumple con la entrega de agua, es un factor preocupante. La urgencia de la situación es palpable, dado que las relaciones entre ambos países han estado marcadas por diversas tensiones recientes.
Para abordar este compromiso bilateral, Sheinbaum señaló que, a las 2 de la tarde, se llevará a cabo una reunión virtual entre los responsables de Relaciones Exteriores, Conagua y Agricultura de México y sus homólogos estadounidenses. Sin embargo, la presidenta dejó claro que no será posible cumplir con el cronograma impuesto por Trump. Es fundamental que se satisfagan primero las necesidades de agua del país, como lo estipula el Tratado.
Sheinbaum explicó que existen limitaciones logísticas y físicas que hacen inviable la entrega del agua en el tiempo exigido. Resaltó que el ducto que lleva el agua al Río Bravo no tiene la capacidad estructural para realizar dicha entrega inmediata. Asimismo, advirtió que el país ha enfrentado dos años de sequía, lo que ha complicado aún más la situación del recurso hídrico.
La propuesta de Sheinbaum es entregar la cantidad de agua exigida por Trump este diciembre, mientras que el resto se repondría en los años siguientes, según lo dispuesto en el Tratado, que permite regular las deudas hídricas en un periodo de cinco años.
Finalmente, la presidenta reafirmó su compromiso con el cumplimiento del Tratado, afirmando que hay voluntad de cumplir con las obligaciones contraídas en años anteriores. En un contexto de creciente presión internacional, la situación del agua entre México y Estados Unidos se torna un punto crítico en la agenda bilateral, simbolizando no solo desafíos ambientales, sino también la interconexión de las relaciones entre ambas naciones.
Gracias por leer Columna Digital, puedes seguirnos en Facebook, Twitter, Instagram o visitar nuestra página oficial. No olvides comentar sobre este articulo directamente en la parte inferior de esta página, tu comentario es muy importante para nuestra área de redacción y nuestros lectores.


