Las dos aerolíneas con mayor demanda en México, Volaris y Viva Aerobus, han anunciado un significativo acuerdo para formar un grupo mexicano de aerolíneas conocido como Grupo Más Vuelos. Esta unión busca potenciar los viajes aéreos de bajo costo y mejorar la conectividad tanto en el territorio nacional como en el extranjero. A pesar de esta colaboración, cada aerolínea mantendrá su identidad y operaciones de forma independiente.
La presidenta de la república, Claudia Sheinbaum, expresó su apoyo a la alianza, agradeciendo a los directivos de ambas compañías por informarle sobre los detalles del acuerdo. Sheinbaum subrayó que la fusión tiene como objetivo la inversión en nuevas aeronaves y talleres, lo que representa un cambio importante para expandir la capacidad de las aerolíneas mexicanas. Sin embargo, esta iniciativa será examinada por la Comisión Nacional Antimonopolio, que evaluará su viabilidad dentro del marco de la ley de competencia económica.
El anuncio se produce en medio de crecientes quejas por parte de los pasajeros que han experimentado cancelaciones y retrasos de vuelos que alcanzan hasta 12 horas. Usuarios en redes sociales han manifestado su descontento, a menudo con ironía, resaltando que esta fusión podría terminar consolidando las malas prácticas de ambas aerolíneas. Comentarios como “Las peores aerolíneas de México juntas” reflejan el escepticismo generalizado sobre la efectividad de esta alianza.
Adicionalmente, Volaris ha enfrentado críticas por varias irregularidades. Recientemente, cientos de pasajeros denunciaron múltiples reprogramaciones y retrasos en sus vuelos desde el Aeropuerto Internacional de Ciudad de México, exacerbados por factores climáticos extremos y problemas de mantenimiento. Las quejas no solo provienen de los consumidores; en noviembre de este año, la Asociación Sindical de Pilotos de México (ASPA) acusó a la Secretaría de Comunicaciones de otorgar un permiso temporal para que pilotos extranjeros operen aeronaves, alegando que esto viola la legislación que establece que solo pilotos mexicanos deben tripular los aviones.
El Gobierno de Sheinbaum defendió esta medida, argumentando que, sin ella, se verían afectadas 20 rutas nacionales durante la temporada decembrina, lo que causaría un impacto negativo en la economía del turismo y en la generación de empleos.
La Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco) ha recibido un número considerable de quejas contra estas aerolíneas, destacando problemas como la negativa a devolver el precio de los boletos, daño o extravío de equipaje, y cancelaciones, entre otros.
A nivel internacional, el sector aeronáutico mexicano ha enfrentado sus propios desafíos. La administración del expresidente Donald Trump afectó significativamente el panorama mediante la disolución de una alianza entre Delta y Aeroméxico, argumentando prácticas anticompetitivas. Asimismo, Estados Unidos ha cancelado 13 rutas hacia México, citando incumplimientos en acuerdos relacionados con el transporte de mercancías.
Este contexto resalta la fragilidad y complejidad del sector aéreo en México, un campo donde la cooperación podría ser fundamental para mejorar la experiencia del cliente y elevar los estándares de servicio. Sin embargo, el camino hacia una colaboración efectiva está lleno de desafíos tanto internos como externos que deben abordarse con urgencia.
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