En el sur de Sonora se encuentra la comunidad indígena El Júpare, hogar de Antolín Vázquez Valenzuela. Este destacado defensor de la cultura yoreme-mayo recibió el Premio Nacional de Artes y Literatura 2024 en el ámbito de Artes y Tradiciones Populares, un reconocimiento a su dedicación por preservar y divulgar su rica herencia cultural.
La situación de las lenguas indígenas es alarmante: únicamente el 30% de la comunidad habla con fluidez el yoremnokki, lo que pone en riesgo su continuidad y vitalidad. En una reciente entrevista, Vázquez Valenzuela indicó que su compromiso no se limita a este galardón; para él, la manera más efectiva de honrar su cultura es mantener viva su lengua.
“Somos un pueblo grande de espíritu y corazón. Nos resistimos a desaparecer. Seguiremos aquí, danzando, cantando y cuidando nuestras raíces”, enfatiza, subrayando la perseverancia de su comunidad ante los desafíos que enfrentan.
Esta situación refleja un aspecto crucial del patrimonio cultural de México, resaltando la necesidad imperiosa de apoyar y promover las lenguas indígenas y sus tradiciones. La voz de comunidades como El Júpare es fundamental para la rica diversidad cultural del país, y su legado depende de esfuerzos collectivos para revalorizar y revitalizar estas lenguas ancestrales.
Este contexto, además de ser una invitación a la reflexión, es un llamado a la acción para fomentar el respeto y la preservación de los espacios culturales que aún resisten en la memoria colectiva de México. La historia de Antolín Vázquez Valenzuela no solo destaca un reconocimiento personal, sino también el testimonio de un pueblo que lucha por su identidad y su futuro.
La información contenida aquí corresponde a datos publicados el 21 de julio de 2025.
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