La Secretaría de Infraestructura, Comunicaciones y Transportes (SICT) ha emitido una declaración clara: los servicios de transporte ofrecidos por aplicaciones como Uber no cuentan con la autorización necesaria para operar en los aeropuertos de México. Esta noticia surge en un contexto de cambios regulatorios en el ámbito del transporte aéreo, donde las autoridades buscan asegurar el cumplimiento de normativas establecidas.
Mediante un comunicado de la Dirección General de Autotransporte Federal, la SICT expone que Uber ha promovido un amparo ante la Justicia, motivado por los operativos de la Guardia Nacional en las terminales aéreas. Específicamente, el Juzgado Décimo Tercero en Materia Administrativa de la Ciudad de México otorgó una suspensión a la compañía, decretando que las acciones de la Guardia Nacional deben realizarse conforme a la ley y el reglamento, para evitar que sean arbitrarias y discriminatorias. Sin embargo, es importante subrayar que esta acción legal no implica una autorización para ofrecer servicios de transporte en los aeropuertos.
Ante esta situación, la Secretaría también ha recordado a los pasajeros que pueden seguir utilizando los servicios de taxis autorizados, así como opciones de transporte turístico y autobuses hacia destinos específicos, garantizando así alternativas viables para los usuarios.
Juan Pablo Eiroa, director general de Uber México, en una reciente entrevista, afirmó que la compañía ha obtenido una suspensión definitiva contra las multas impuestas a sus conductores por prestar servicios en los aeropuertos. Según Eiroa, esta medida permitirá mejorar la experiencia de movilidad para los usuarios en estas terminales. El directivo argumenta que los conductores tienen el derecho, en virtud de esta suspensión, de dejar y recoger pasajeros en los aeropuertos.
Esta reciente decisión en el ámbito legal subraya la tensión existente entre las autoridades de transporte y las plataformas de movilidad, en un contexto donde la regulación continúa evolucionando. La historia detrás de esta disputa revela las complejidades del transporte moderno y la necesidad de encontrar un equilibrio entre la innovación y la normativa vigente.
Con todo esto en mente, el panorama para los servicios de transporte en aeropuertos sigue siendo incierto, a medida que las autoridades y las empresas buscan una solución a estas tensiones de manera que se beneficie a los usuarios, sin comprometer la seguridad ni el cumplimiento de las regulaciones.
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