En un contexto donde las relaciones comerciales entre México y Estados Unidos son de vital importancia, la jefa de Gobierno de la Ciudad de México ha asegurado que no existen aranceles impuestos por México hacia Estados Unidos. Esta afirmación se produce en un momento en el que las dinámicas económicas y políticas a nivel internacional están en constante cambio, y la incertidumbre sobre posibles tarifas comerciales puede impactar tanto a los consumidores como a las empresas en ambos países.
La mandataria, durante su intervención en un evento público, enfatizó que la política de comercio exterior de México sigue siendo abierta y favorable a la inversión que beneficia a ambas naciones. Este enfoque busca mantener un ambiente propicio para el comercio bilateral, que ha sido un pilar de la economía mexicana, ya que aproximadamente el 80% de las exportaciones de México se dirigen a Estados Unidos.
El tema de los aranceles ha sido especialmente relevante en los últimos años, dado el contexto de la renegociación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte, que culminó en el T-MEC. Este acuerdo, vigente desde julio de 2020, establece un marco que busca fomentar la colaboración y reducir las fricciones comerciales entre los tres países de América del Norte: México, Estados Unidos y Canadá.
No obstante, aún persisten retos en la relación bilateral. La administración estadounidense ha expresado preocupaciones en torno al comercio ilegal y la competencia desleal que podría surgir de políticas locales en México. A pesar de estas inquietudes, la funcionaria destacó que la apertura de mercados es fundamental para el desarrollo económico y social, no solo para México, sino para su vecino del norte.
Se prevé que la postura de la jefa de Gobierno contribuya a ofrecer un mensaje de confianza tanto a inversores como a empresarios que operan en el territorio mexicano, quienes pueden verse alentados a continuar con sus operaciones sin temor a represalias arancelarias. Las autoridades locales prometen seguir trabajando en la promoción de un clima de negocios favorable, que favorezca la inversión extranjera y el crecimiento económico.
Así, en un panorama global donde los aranceles pueden ser utilizados como herramienta política, la reafirmación de la ausencia de estos por parte de México emerge como un elemento fundamental en la construcción de relaciones comerciales robustas, que no solo benefician a ambos países, sino que también son cruciales para la estabilidad económica de la región.
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