En un contexto de creciente preocupación por el lavado de dinero y el financiamiento al terrorismo, las instituciones del sector financiero mexicano se encuentran en un momento crítico. La Red de Control de Delitos Financieros (FinCEN) del Departamento del Tesoro de Estados Unidos ha lanzado advertencias sobre tres entidades financieras en México: CI Banco, Intercam y Vector. Estos señalamientos han causados ondas de choque en el sector de las Sociedades Financieras de Objeto Múltiple (Sofomes), las cuales están tomando medidas proactivas para reforzar su autorregulación.
Durante la 19 Convención de la Asociación de Sociedades Financieras de Objeto Múltiple en México (Asofom), los líderes del sector han hecho hincapié en la importancia de fortalecer sus mecanismos de cumplimiento ante estos riesgos. Javier Garza, presidente nacional de Asofom, expresó la gravedad de la situación, observando que una sola notificación puede tener repercusiones devastadoras para entidades con menos capitales. Estos eventos no son solo un desafío interno, sino que también pueden desencadenar acciones legales con el gobierno estadounidense.
A pesar de que las autoridades no han impuesto nuevas exigencias, la asociación ha establecido una lista de lineamientos destinada a elevar los estándares de prevención de lavado de dinero y financiamiento al terrorismo. Este esfuerzo se articula en un decálogo que será presentado a reguladores financieros y que enfatiza la vigilancia sobre a quién se presta, así como la identificación de los clientes y funcionarios involucrados en cada transacción.
Garza también comentó que, aunque las Sofomes no captan recursos directamente, sus operaciones pueden acoplarse en la cadena del financiamiento al terrorismo, lo que requiere un enfoque proactivo. En esta línea, Jorge Avante, director general de Asofom, destacó la colaboración con autoridades para fortalecer los controles internos y mejorar la identificación de personas en listas de la Oficina de Control de Activos Extranjeros (OFAC).
En un esfuerzo por elevar su capacidad de respuesta a estos riesgos, Asofom ha lanzado un programa de certificación que consta de tres fases. Este programa incluye un diagnóstico inicial, la identificación de debilidades en las prácticas de cada institución y un acompañamiento para subsanar estos problemas, trabajando junto a las autoridades correspondientes.
La asociación se ha anticipado a estos desafíos, como lo demuestra su colaboración previa con el gobierno y despachos bilaterales que asesoran a México y Estados Unidos. El enfoque en cumplir con normativas tanto nacionales como internacionales es clave para el futuro del sector. A su vez, Asofom ha mantenido diálogos con la Asociación de Bancos de México (ABM) para alinearse con los esfuerzos orientados a proteger el sistema financiero mexicano.
A medida que se desarrollan estos acontecimientos, el compromiso de las Sofomes para autoevaluarse y mejorar sus prácticas de cumplimiento es un paso crítico hacia un sistema financiero más robusto y seguro. La fecha de esta información corresponde a 2025-09-11, y es evidente que el desafío para las instituciones financieras en México permanece dinámico y en constante evolución.
Gracias por leer Columna Digital, puedes seguirnos en Facebook, Twitter, Instagram o visitar nuestra página oficial. No olvides comentar sobre este articulo directamente en la parte inferior de esta página, tu comentario es muy importante para nuestra área de redacción y nuestros lectores.