El tejido nórdico —o suéteres de Navidad, para quien conozca así a estas bellezas— congeló las pasarelas del mundo hacia finales de la década de 2010. Y aunque su origen sea exclusivo de países como Finlandia y las Islas Faroe, donde el clima deja frío a cualquiera, puedes incorporar estos patrones a tu guardarropa sin problema.
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Si bien puedes estar acostumbrado a que los suéteres navideños sean feos y tengan renos, pinos o muñecos de nieve, debemos contarte que su origen está en un modelo más elegante y hermoso que eso. El suéter de tejido nórdico es una opción mucho más acogedora y mucho menos llamativa para aquellos que quieren mantenerse abrigados con estilo. Sobra decir que es una prenda bastante estilizada en comparación con la otra y que, de hecho, se ha mantenido como un absoluto statement de estilo en nuestros días. Su aire vintage es hoy buscado y muy apreciado entre los amantes de la moda, así como todo aquél que ame la Navidad pero odie los suéteres con un gran Santa Claus en el pecho.
O lo que viene siendo lo mismo: los auténticos suéteres nórdicos —un modelo que todo hombre debe tener—. El modelo tradicional de esta prenda presenta un patrón decorativo ancho alrededor del cuello, que es el mismo en todos los sentidos. Como si se tratara de un caleidoscópico patrón que juega con la idea de los copos de nieve y la geometría de los horizontes nevados.
Los antecedentes del suéter navideño de hoy están realmente en la ropa de trabajo (hasta entonces de colores sólidos) que usaban los marinos y pescadores de la costa suroeste de Noruega durante el siglo XV.
Fue hacia finales del siglo XIX que los patrones que hoy se encuentran en lo que generalmente consideramos suéteres nórdicos se comenzaron a diseñar. En sus inicios, estos suéteres presentaban una banda de diseño en los hombros, bordados alrededor del cuello y los puños, y a menudo con botones o broches plateados en el cuello. También comenzó a ser recurrente la imagen de una estrella de 8 puntas conocida como Selburose —una que seguro has visto y pensaste siempre que se trataba de una Nochebuena—.
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El diseño despuntó a nivel mundial a mediados del siglo XX, cuando dichos patrones se comenzaron a utilizar en la elegante ropa de esquí de los años 30, 40 y 50. Todo a consecuencia de la llegada a los Estados Unidos del ídolo noruego, Stein Eriksen. Un hombre que contribuyó en el establecimiento de las prendas que hoy son más cool para esquiar.
También se ha llegado a argumentar que este diseño nació realmente —y fue adoptado— durante la década de 1950, cuando se convirtió en un símbolo inventado de identidad nacional tras la ruptura de los países nórdicos con Dinamarca. También se ha dicho que este patrón se pudo haber inspirado en diseños sudamericanos, turcos y suecos a la vez, así como la posibilidad inversa de inspirar a estas otras regiones.