El Juego de Estrellas de la Liga MX ha llegado a su cuarta edición, celebrándose esta semana en el estadio Q2 de Austin, Texas, donde el esperado encuentro entre los representativos de México y Estados Unidos se llevará a cabo tras el primer evento de Desafío de Habilidades. Sin embargo, a pesar del creciente interés, persisten ciertos cuestionamientos que podrían limitar su éxito.
Austin se destaca como un lugar clave, pues es la 17ª área metropolitana de Estados Unidos con una alta concentración de población hispana, donde 631,000 habitantes, un 31.8% de su población, son hispanohablantes, y la mayoría son de origen mexicano. Esta realidad augura una buena convocatoria para el evento, a pesar del desinterés mostrado por otros eventos de All-Star en el país y la saturación de fútbol en verano.
Expertos del ámbito deportivo, como Walter Franco de Victus Advisors, indican que hay una creciente apatía hacia los Eventos All-Star en general. Esto se debe a la percepción de que a los jugadores no les interesa participar por el riesgo de lesiones y la falta de incentivos económicos. Adicionalmente, la reciente celebración de la Copa Oro y el Mundial de Clubes en Estados Unidos ha generado cierta saturación en el panorama futbolístico.
A pesar de esos retos, el fútbol sigue siendo el deporte más seguido en México, lo que contribuye al interés por eventos que involucren a clubes mexicanos, como el Juego de Estrellas y el reciente Campeón de Campeones. Sin embargo, la MLS aún no logra alcanzar la misma relevancia que la NFL, NBA o MLB, lo que afecta la percepción de su evento All-Star.
Históricamente, el juego ha registrado una audiencia notable: en 2021, 20,000 espectadores asistieron al evento en Los Ángeles, y en ediciones posteriores se vio un leve crecimiento en la asistencia, resaltando el potencial atractivo de la comunidad hispana en Austin, que podría hacer de este Juego de Estrellas el más exitoso hasta la fecha.
El enfoque en la proximidad a la frontera con México y la gran comunidad hispana en Austin puede llevar a un aumento no solo en la asistencia, sino también en la economía local, que espera una derrama de 20 millones de dólares en el evento. A diferencia de competencias más prolongadas como la Copa Oro o la Leagues Cup, el Juego de Estrellas se destaca por ser un evento breve que puede captar la atención del aficionado.
Una de las claves del creciente atractivo para esta edición es la llegada de jugadores de renombre a la Liga MX, como Sergio Ramos, James Rodríguez, y el potencial fichaje de Luka Jovic, lo que suma prestigio al evento. Aunque no todos estos jugadores participen en el partido, su presencia impacta el interés asociado al acontecimiento.
La transmisión del evento se llevará a cabo por televisión abierta en México, a través de Canal 6, lo que brinda a los aficionados la oportunidad de seguir a sus clubes. Sin embargo, el desafío de llevar el Juego de Estrellas a México sigue siendo complicado debido a cuestiones de infraestructura y percepción de seguridad.
Con Sergio Ramos como capitán del equipo de la Liga MX, y figuras como Lionel Messi y Hirving Lozano representando a la MLS, la competencia promete ser emocionante. Cabe recordar que la MLS ganó las dos primeras ediciones del evento, mientras que la Liga MX se alzó con la victoria en 2024, lo que solo añade un nivel más de rivalidad a este encuentro tan esperado.
Este análisis resalta la compleja relación entre el interés en el fútbol y el contexto cultural, así como el impacto que eventos como el Juego de Estrellas pueden tener en las comunidades locales e internacionales. La cita en Austin no solo es un encuentro deportivo, sino una celebración de la identidad y la pasión por el fútbol que une a miles.
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