Tener una pensión adecuada al finalizar la vida laboral es un derecho de todos los trabajadores formales en México, que les permite disfrutar de una vejez digna y tranquila. Sin embargo, los trabajadores independientes o freelance enfrentan retos considerables a la hora de planificar su ahorro para el retiro.
En el sistema laboral tradicional, las aportaciones para el ahorro de la jubilación provienen de tres fuentes: empleador, trabajador y gobierno, deducidas automáticamente del salario. En contraste, los trabajadores independientes son responsables de gestionar su propio ahorro, lo que puede complicar la planificación financiera para el futuro.
Según expertos en el sector, existen dos vías principales para asegurar un ahorro para el retiro: a través de las instituciones de seguridad social o mediante planes privados ofrecidos por entidades financieras y aseguradoras. Conocer los requisitos y modalidades de cada opción es esencial para una adecuada planificación.
A través de la seguridad social
Gerardo Chavarría, gerente de iniciativas de negocio en Afore SURA, menciona que quienes hayan cotizado como trabajadores formales pueden optar por continuar haciéndolo en modalidades específicas del IMSS. Si han trabajado por cuenta propia durante cinco años o menos, pueden inscribirse en la Modalidad 40. Para quienes han estado en esta situación por más de cinco años, la Modalidad 10 resulta ser más adecuada.
La Modalidad 40 permite a los trabajadores continuar cotizando con su último salario o hasta un máximo de 25 UMAs (85,986.5 pesos), siempre que hayan cotizado antes del 1 de julio de 1997 y tengan al menos 52 semanas de cotización. Por otro lado, la Modalidad 10 ofrece un régimen de seguridad social que incluye servicios médicos y prestaciones, con el pago correspondiente de las aportaciones.
En caso de que una persona haya trabajado exclusivamente como independiente, su ahorro para el retiro se basará en depósitos voluntarios, lo que le brinda flexibilidad sobre cómo y cuándo dispone de esos fondos.
Plan Personal para el Retiro (PPR) privado
Una alternativa adicional es acceder a un Plan Personal para el Retiro (PPR) privado, ofrecido por aseguradoras o instituciones de inversión. Según Luis Lozano, director de inversiones en Valmex, estos planes no solo son vehículos de ahorro para la vejez, sino que también ofrecen beneficios fiscales anuales.
Los PPR permiten que los individuos aporten montos según su ingreso actual, supervisen las inversiones y obtengan deducciones fiscales, que pueden alcanzar hasta 5 UMAs anuales (206,367.6 pesos). Sin embargo, es crucial que los usuarios sean conscientes de las implicaciones fiscales al retirar fondos antes de los 65 años, ya que podrían enfrentarse a gravámenes sobre el monto acumulado.
Los esquemas basados en inversiones brindan ventajas, como el interés compuesto que puede potenciar el ahorro de cara a la jubilación. Las pólizas ofrecidas por aseguradoras suelen incluir rendimientos fijos, además de protección como pólizas de incapacidad o salud, aunque requieren aportaciones periódicas y a menudo contemplan plazos específicos.
Antes de contratar un producto financiero, es esencial revisar comisiones, posibles penalizaciones y los esquemas de contribuciones, para asegurar que el trabajador independiente no sufra consecuencias negativas en caso de disminución de ingresos. Asimismo, es recomendable planificar cómo se utilizarán los recursos reunidos en el PPR al acercarse la edad de jubilación, garantizando un manejo eficiente del ahorro.
El panorama presenta diversas opciones, pero la clave radica en la planificación anticipada y en la comprensión de cada alternativa disponible para asegurar un futuro financiero solidario y estable.
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