En distintas partes del mundo, la celebración del Año Nuevo puede variar significativamente en cuanto a tradiciones y costumbres. Algunas de las prácticas más curiosas incluyen desde comer doce uvas a la medianoche en España, hasta vestir ropa interior de ciertos colores para atraer buena suerte en países como Brasil y Ecuador.
En Escocia, la llegada del Año Nuevo se celebra con el “Hogmanay”, una festividad que incluye el intercambio de regalos, canciones y bailes, así como el encendido de grandes hogueras. En Japón, por otro lado, la gente se reúne en los templos para tocar las 108 campanadas de medianoche, lo que simboliza la eliminación de los 108 pecados del budismo.
En cuanto a tradiciones más extravagantes, en Dinamarca es común arrojar platos rotos a la puerta de amigos y familiares como señal de buena suerte, mientras que en Alemania, las personas llegan a derretir pequeñas figuras de plomo en una cuchara y verterlas en agua fría, interpretando la forma resultante como un presagio para el año venidero.
Por otro lado, en Rusia y otros países eslavos, la celebración del Año Nuevo está asociada al “Ritual de los Deseos”, en el que se escriben deseos en un papel, se queman, y se vierten los restos en una copa de champan.
En resumen, la diversidad de costumbres para celebrar el Año Nuevo alrededor del mundo es asombrosa. Las tradiciones descritas son solo algunas de las muchas formas en que las personas reciben el año nuevo con esperanza, alegría y un sentido de comunidad.
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