El paso de Maranhao por uno de los clubes más emblemáticos de México, Cruz Azul, es una historia llena de aprendizajes y momentos significativos. Tras firmar un contrato a los 21 años con La Máquina, el futbolista brasileño se vio inmerso en un cambio radical en su vida. Durante su breve estancia de un año en el equipo, a pesar de experimentar un gran crecimiento, decidió regresar a su país natal, lo cual, catorce años después, considera una decisión apresurada.
Su llegada al equipo en 2012 fue impactante. “Me sorprendió la cantidad de reporteros que me esperaron en el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México”, recuerda Maranhao, quien se unió al club después de seis meses de análisis por parte del cuerpo técnico dirigido por Enrique Meza. Para él, Cruz Azul representa uno de los clubes más grandes en los que ha jugado, comparable con gigantes brasileños como Corinthians y Sao Paulo, lo que subraya la grandeza de la afición celeste.
Durante su tiempo en Cruz Azul, Maranhao disputó 44 partidos, anotando un gol en la Copa Libertadores y proporcionando valiosas asistencias en la Liga MX. Aunque algunos podrían cuestionar su rendimiento, él se siente satisfecho con su contribución en un equipo de tal magnitud. Sin embargo, su carrera en el club se complicó tras la salida de Meza, momento en el que perdió protagonismo y decidió volver a Brasil, un cambio que hoy reconoce como precipitado. “Si hubiera sido más experimentado, no habría tomado la decisión de irme”, reflexiona.
Un capítulo memorable de su historia fue su boda, celebrada el 22 de marzo de 2012, justo después de un partido en el que jugó por la Copa Libertadores. Con permiso del entrenador, Maranhao se casó en Brasil y regresó rápidamente al grupo, mostrando un compromiso tanto con su vida personal como profesional.
Entre sus recuerdos más emblemáticos, destaca una finta que aprendió en la playa, la cual sorprendió a muchos en su primer partido con Cruz Azul. Esta jugada, que simulaba patear el balón para partir en dirección contraria con gran rapidez, lo distinguió en la cancha, dejando una huella memorable en la afición.
Actualmente, Maranhao juega en Taubaté, en la Serie A2 de Brasil, y sigue con la intención de prolongar su carrera futbolística. Agradecido por el cariño mostrado por la afición de Cruz Azul, expresa su deseo de mantener ese vínculo. “Solo tengo que agradecerles y mandarles un abrazo”, concluye, dejando claro que su trayectoria en México sigue viva en su memoria.
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