La cinematografía mexicana está experimentando un auge notable, con la llegada de películas que desafían las convenciones del género del terror y presentan un enfoque único y refrescante. Entre las obras a destacar, se encuentran las óperas primas de directores mexicanos, que han comenzado a ganar reconocimiento a nivel mundial. A continuación, se presentan tres producciones que han dejado huella y prometen llevar una experiencia cinematográfica diferente.
“El diablo fuma (y guarda las cabezas de los cerillos quemados en la misma caja)”
La ópera prima de Ernesto Martínez Bucio ha capturado la atención del público y los críticos tras ganar el premio ‘Perspectivas’ en el prestigioso Festival Internacional de Cine de Berlín, una categoría que celebra los esfuerzos de directores emergentes. Ambientada en el extinto Distrito Federal de los noventa, la película ofrece una estética visual impactante que transmite tensión y ansiedad, utilizando planos cerrados y una iluminación tenue.
La narrativa sigue a cinco niños de un barrio de clase media, quienes enfrentan el abandono por parte de sus padres y terminan bajo el cuidado de su abuela esquizofrénica. La historia, contada desde la perspectiva infantil, se desarrolla de manera no lineal, brindando un aire de confusión y misterio que recuerda a “American Psycho”. A medida que avanza la trama, el espectador se encuentra inmerso en un mundo donde la línea entre la realidad y la ficción se desdibuja, creando una atmósfera palpable de inquietud.
“No me sigas”
Esta película representa un esfuerzo significativo de la productora estadounidense Blumhouse, conocida por sus propuestas de terror independientes. Dirigida por los hermanos Ximena y Eduardo García Lecuona, “No me sigas” narra la vida de una influencer que se muda a una casa de la Ciudad de México que supuestamente está embrujada. A medida que su entorno se convierte en una realidad aterradora, la película combina elementos contemporáneos con clásicos del género, recordando a filmes como “La maldición” y “Señora Influencer”.
Esta propuesta destaca la capacidad de mezclar lo moderno con fundamentos clásicos, presentando un acertado debut para la pareja de directores, que logra captar la atención del público al introducir elementos perturbadores en un escenario familiar.
“No dejes a los niños solos”
Bajo la dirección de Emilio Portes, esta película de horror presenta un thriller escalofriante que gira en torno a una madre soltera y sus dos hijos. Al mudarse a una nueva casa, la madre se enfrenta a la angustiante realidad de tener que dejar a sus hijos solos por una noche. A partir de ahí, se desata una serie de eventos perturbadores que revelan la profunda conflictividad en la relación entre los hermanos.
A pesar de su trama sencilla, el filme ofrece una visión exagerada y violenta de los lazos familiares, que mantiene al espectador al borde de su asiento. La capacidad de la película para explorar la tensión en relaciones cotidianas a través de un lente de horror es un punto destacable que promete impactar al público.
Estas tres producciones son ejemplos del emergente talento cinematográfico en México, ofreciendo historias únicas que invitan a la reflexión y prometen renovar el género del terror. Con una mezcla de angustia y creatividad, estas películas están listas para conquistar tanto a críticos como a audiencias a nivel internacional. Es un momento emocionante para el cine mexicano, donde cada nuevo estreno podría convertirse en la próxima gran sensación.
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