Trey Yesavage brilla en la Serie Mundial.

En una noche que quedará grabada en la memoria del béisbol canadiense, Trey Yesavage, un joven abridor de tan solo 22 años, ofreció una de las actuaciones más dominantes en la historia reciente de la Serie Mundial. En el Juego 5 contra los Los Angeles Dodgers, celebrado en el Dodger Stadium, el talento emergente lanzó siete entradas, permitiendo apenas tres hits, una sola carrera y logrando la impresionante cifra de 12 ponches. Su desempeño colocó a los Toronto Blue Jays en una posición privilegiada para acceder a su primer campeonato desde 1993, con un marcador de 6-1 al momento de su salida.

Desde el primer lanzamiento, Yesavage demostró una madurez poco común para su edad y experiencia. Con una recta que alcanzó las 98 millas por hora y un slider de precisión quirúrgica, su control fue implacable; no otorgó bases por bolas en toda su salida. En menos de cuatro entradas, ya había ponchado a ocho bateadores, estableciendo un récord absoluto en la historia de la Serie Mundial para un novato.

Además, se convirtió en el primer pitcher debutante en la historia que consiguió ponchar a cinco bateadores consecutivos en un juego de Serie Mundial y el primero en retirar a todos los jugadores del lineup rival al menos una vez mediante el ponche. Los Dodgers, quienes llegaron a este encuentro liderando la Liga Nacional en promedio ofensivo, se encontraban completamente desarmados frente al arsenal del joven de Pennsylvania.

Su actuación no solo fue memorable, sino que reescribió los libros de récords de las Grandes Ligas. Con sus 12 ponches, estableció la nueva marca de más strikeouts para un novato en un partido de Serie Mundial, superando un récord que había permanecido vigente durante más de 76 años. Desde 1949, ningún novato había alcanzado una cifra de doble dígito en ponches durante un Clásico de Otoño.

Más allá de esto, Yesavage logró 39 ponches en la postemporada de 2025, superando los 33 que Michael Wacha había conseguido con los Cardinals en 2013, convirtiéndose así en el novato con más ponches en una sola postemporada en la historia de la MLB. También es importante destacar que se convirtió en el primer novato en registrar múltiples juegos con 10 o más ponches durante la misma postemporada, un testimonio de su dominio incluso frente a lanzadores veteranos.

El contexto de su gesta es notable; Yesavage ha tenido más aperturas en postemporada (5) que en Triple-A (4), un salto meteórico que subraya la confianza que el mánager John Schneider y su cuerpo técnico depositaron en él. En solo unas semanas en las Grandes Ligas, pasó de ser una promesa a convertirse en el brazo más confiable de Toronto en el escenario más grande del béisbol.

Su línea final fue impresionante: 7.0 entradas, 3 hits, 1 carrera limpia, 0 boletos y 12 ponches, con una efectividad de 3.46 en la postemporada. Dejó el partido con una ventaja de 6-1 para el bullpen canadiense, reflejando una serenidad y una capacidad de ejecución que hablan de un talento que puede marcar una época en el béisbol.

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