La selección olímpica de México terminó con victoria la gira europea de preparación para los Juegos Olímpicos con una remontada ante Australia (3-2), con goles de Jesús Ricardo Angulo, Kevin Álvarez y Eduardo Aguirre.
El conjunto mexicano sub-23, que debutará el próximo 19 julio en los Juegos Olímpicos de Tokio frente a Francia, cerró invicto su gira de amistosos en Marbella (Málaga), con un balance de un empate y dos victorias: Rumanía (1-0), Arabia Saudí (1-1) y Australia (3-2).
México ofreció otra actuación irregular, las tres en Marbella dejaron sabores agrios. Eso se le tiene que reconocer al equipo de Jaime Lozano. El 3-2 fue el resultado con más goles de la gira. La brújula se encontró. Es tiempo de análisis.
Australia fue un hueso duro de roer. Los Socceroos pegaron. El juego fue rocoso. Los australianos se sintieron a gusto con lo lodoso del juego. Un despiste de José Juan Macías en el área originó el penalti con el que los Socceroos se fueron al frente en el marcador. Daniel Arzani engañó a Luis Malagón y abrió la cuenta.
Lo mejor para el Tricolor fue que empató rápido. Australia se distrajo un momento. El Canelo Angulo pidió el balón en un tiro libre y con la zaga desubicada pudo vulnerar a Ashley Maynard. El jugador de Chivas es el futbolista que más ha destacado en la gira en España, su lugar en Tokio está asegurado.
Jesús no puede solo. El resto del equipo tardó en conectarse. Jimmy Lozano puso en la mitad del campo a Fernando Beltrán, José Esquivel y Alan Cervantes, mucho músculo. Lo que faltó fue creación.
Macías adelantó se notó desesperado, solo. El delantero rojiblanco parece que se quedó en el camino y no va a estar en los Juegos Olímpicos.
Australia amoldó el juego a su modo. Los roces y discusiones se incrementaron en todo el campo. Panos Armenakas y Erick Aguirre se confrontaron cerca de la línea de banda. Muñoz González llegó a separarlos y amonestó a los dos.
Esas confrontaciones se repitieron mucho. Los Socceroos supieran pegar y provocaron desesperación en México.
El partido se minó, no encontró fluidez. Lo mejor fue respirar e idear otra manera de jugar.
Jaime cambió piezas en el entretiempo. Gilberto Sepúlveda, Alejandro Zendejas y Eduardo Aguirre entraron a la batalla.
Tras su yerro el portero del Necaxa estuvo titubeante, dos balones que no supo cómo despejarlos merodearon las piernas de los australianos. El nerviosismo de Luis fue evidente. Esas acciones pueden reforzar la idea de llevar a otro portero más experimentado a la justa olímpica. Memo Ochoa está a la espera.
Kevin Álvarez igualó el marcador con un tiro cruzado.
Los golpes siguieron, Alan Cervantes y Jesús Angulo tuvieron percances con Anthony Kalik. Las tarjetas amarillas regresaron.
Gray Van Egmond supo que era momento de enfriar el juego y comenzó a hacer cambios.
Las nuevas piezas de los Socceroos no embonaron. El cansancio los perjudicó.
La gasolina se les terminó a los de Oceanía. México aceleró y de un momento a otro se apropió del balón.
Los ataques aztecas crecieron. Alejandro Zendejas vio a Lalo Aguirre en el área y le envió un balón a media altura. El Mudo no iba a perdonar la única ocasión que tuvo para rematar, Eduardo con un cabezazo le dio la vuelta al marcador.
El Tricolor vio cerca el triunfo, se dedicó a mantener el balón y esperar el final de la ríspida batalla.
Hubo más cambios sin repercusión. El tiempo terminó. México batalló en su tercer y último juego de preparación en Marbella.