Trump celebra la duradera unión con Reino Unido.

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, celebró la “inestimable y eterna” alianza entre Estados Unidos y el Reino Unido durante un banquete de Estado llevado a cabo en el Castillo de Windsor. En un evento que se destacó por su opulencia, Trump elogió la relación entre ambas naciones, afirmando que describirla con la palabra “especial” apenas le hace justicia. En un momento de reflexión poética, el presidente comparó a ambos países con “dos versos de un mismo poema”, enfatizando que su historia común ha sido fundamental para el progreso de la humanidad.

Trump subrayó que el vínculo que comparten Estados Unidos y el Reino Unido es “eterno” y “no tiene precio”. Durante su discurso, el rey Carlos III también abordó la larga historia de colaboración entre las dos naciones, señalando que la relación que se celebra hoy habría sido inimaginable para figuras históricas como George Washington y el rey Jorge III.

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El rey, en su discurso, también destacó la significativa relación de defensa y seguridad, haciendo énfasis en la amenaza de la agresión rusa en Ucrania. Recordó que ambos países han combatido juntos en dos guerras mundiales y que, actualmente, esa unión sigue siendo crucial mientras enfrentan nuevamente desafíos a la paz en Europa.

A pesar del aplauso por su rol como “pacificador”, algunos críticos expresan preocupación por la actitud de Trump hacia la presión sobre el presidente ruso, Vladímir Putin, en el contexto del conflicto en Ucrania. El rey, sin embargo, resaltó el compromiso de Trump en buscar soluciones a los conflictos más difíciles del mundo.

Entre los asistentes a este banquete, que reunió a pesos pesados de la industria tecnológica como Tim Cook de Apple y Sam Altman de OpenAI, se encontraban también figuras destacadas del deporte, como el famoso golfista inglés Nick Faldo. Durante la cena, Trump se sentó junto al rey Carlos en una impresionante mesa adornada con el escudo de armas de los Caballeros de la Jarretera.

En un ambiente de camaradería, Trump no dudó en hacer bromas sobre la impresionante capacidad del rey para recordar los nombres de los numerosos invitados, y elogió la belleza y el carácter de la duquesa de Cambridge.

Finalizando su discurso con un tono humorístico, Trump expresó su esperanza de que ningún futuro presidente estadounidense pueda disfrutar de un honor similar. En sus palabras, la visita a Reino Unido representa uno de los mayores honores de su vida.

Esta reunión real, cargada de simbolismo y tradición, refleja la profunda interconexión histórica y contemporánea entre Estados Unidos y el Reino Unido, resaltando la importancia de su alianza en un mundo en constante cambio.

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