En un nuevo episodio de la polarización política en Estados Unidos, el expresidente Donald Trump ha acusado al actual gobierno de aplicar un doble rasero en cuanto a la ley. Utilizando como referencia a sus predecesores, Biden y Clinton, el republicano ha insistido en que el actual gobierno no está siendo justo con él y su gestión. Este ruido mediático generado por Trump no hace más que confirmar lo difícil que es para los estadounidenses superar sus divididas ideologías políticas.
El mensaje de Trump llega después de haber sido acusado él mismo en varias ocasiones de aplicar un doble rasero. Además, las acusaciones de discriminación racial en su contra y las polémicas referentes a su política migratoria son sólo algunos de los temas que lo mantienen bajo la lupa de la opinión pública. El reinicio de la carrera rumbo a las elecciones presidenciales del 2024 ya ha empezado, y la tensión política entre los partidos está inevitablemente en aumento.
A pesar de su postura desafiante, Trump sigue siendo una figura clave para los republicanos y su actitud puede influir en el público. La postura del hombre que fue presidente sigue siendo relevante para los electores, quienes se sienten cada vez más divididos políticamente. Aprovechar el enfado y la construcción de una imagen de “injusticia” es una estrategia comúnmente utilizada en el terreno político, y Trump, una vez más, no ha querido quedarse fuera.
Sin embargo, son muchos los que creen que la actitud del expresidente es más una estrategia para desestabilizar al gobierno y mantenerse en el centro de la atención mediática que una verdadera preocupación por una justicia que considera haber sido ignorada. La polarización en la política estadounidense parece no tener fin, y la incertidumbre de lo que puede llegar a suceder en los próximos años es cada vez más palpable.
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