El Festival de Cannes ha sido testigo de un evento cinematográfico notable: la presentación de “Un Simple Accidente”, que tuvo su estreno el 20 de mayo. En un giro de eventos que ha capturado la atención internacional, la película recibió una ovación impresionante de diez minutos tras su proyección. Protagonizada por Mariam Afshari, quien aparece sin hijab—una acción prohibida en Irán—el reparto también incluye a Ebrahim Azizi, Hadis Pakbaten y Vahid Mobasseri.
La crítica ha elogiado ampliamente la película, destacando su habilidad para equilibrar el suspenso, el humor y el drama. Publicaciones como The Hollywood Reporter, la BBC y Rotten Tomatoes le han otorgado un puntaje ideal del 100% entre los críticos. El reconocimiento culminó con la recepción de la Palma de Oro, el galardón más prestigioso del festival, entregado por la actriz australiana Cate Blanchett.
La narrativa de “Un Simple Accidente” aborda temas profundos como la venganza y su impacto en las víctimas de injusticias. A través de la historia, se plantea la pregunta de si la venganza realmente ayuda a enfrentar las secuelas del abuso de poder. El director Jafar Panahi, en las notas de producción, comentó sobre su propia situación: “La sentencia que me prohibió hacer películas, escribirlas, dar entrevistas y viajar, ha sido anulado. Pero en la práctica, me mantengo al margen. […] No tengo otra opción más que seguir trabajando fuera del sistema.”
### Sinopsis
La trama sigue a Eghbal (Ebrahim Azizi), quien, mientras conduce su auto con su esposa (Afssaneh Najmabadi) y su hija (Delmaz Najafi), atropella accidentalmente a un cachorro. Este incidente provoca que su vehículo se descomponga, llevándolo a buscar ayuda del mecánico más cercano. Allí, Vahid (Vahid Mobasseri), uno de los trabajadores, reconoce a Eghbal por el sonido de una pierna prostética, un sonido que quedó grabado en su memoria durante su encarcelamiento y tortura.
Convencido de que Eghbal es el hombre que lo torturó, Vahid opta por tomar venganza, llevándolo a un extremo oscuro: tras golpearlo con una pala, planea enterrarlo vivo. Sin embargo, las dudas invaden su mente, ya que nunca vio el rostro de su torturador. En busca de claridad, se dirige a un amigo que también sufrió a manos del mismo guardia, quien le sugiere consultar a Shiva (Mariam Afshari), otra prisionera, para obtener confirmación.
Este complicado entramado de emociones y decisiones plantea preguntas cruciales sobre el ciclo de violencia y la búsqueda de justicia, haciéndola una obra provocadora en el contexto cinematográfico actual. La proyección en Cannes no solo marcó un hito para su director y reparto, sino que también abrió un debate vital sobre la memoria, la justicia y el perdón en contextos de represión.
Gracias por leer Columna Digital, puedes seguirnos en Facebook, Twitter, Instagram o visitar nuestra página oficial. No olvides comentar sobre este articulo directamente en la parte inferior de esta página, tu comentario es muy importante para nuestra área de redacción y nuestros lectores.


