Al iniciar un negocio, muchos emprendedores enfrentan el desafío de llevar a cabo múltiples funciones en solitario: desde la publicidad y la planificación financiera, hasta la atención al cliente. Este fenómeno, conocido como ser un “todólogo”, es común en las fases iniciales de un emprendimiento. Sin embargo, prolongar esta dinámica puede llevar al estancamiento del negocio y al agotamiento personal.
Según la Asociación de Emprendedores de México (Asem), el 36% de las empresas son fundadas por una sola persona y un 43% por parejas, lo que refleja un alto porcentaje de emprendedores que deben asumirlo todo. Este enfoque permite a los nuevos negocios mantenerse a flote en sus inicios, pero a largo plazo, puede convertirse en una trampa que restringe el crecimiento.
Causas del estancamiento
La carga laboral que conlleva ser un todólogo puede agotar tanto el tiempo como la energía del emprendedor. Muchos sienten que aún no están listos para delegar tareas y, como resultado, el negocio puede quedar atrapado en un modelo insostenible. Expertos apuntan que esta resistencia a soltar el control puede convertir a los emprendedores en “cuellos de botella”, limitando la productividad del equipo y generando un ambiente de trabajo que carece de autonomía.
Además, los efectos emocionales de esta sobrecarga son significativos. El estrés se incrementa, afectando no solo el bienestar del emprendedor, sino también su pasión por el proyecto, que tiende a desvanecerse convirtiéndose en una rutina agobiante.
Etapas en el emprendimiento
Los emprendedores atraviesan diversas etapas a medida que su negocio crece. En la primera etapa, por lo general, el fundador tiene que realizar todas las tareas. Aquí es crucial establecer una red de apoyo para mitigar la sobrecarga. En la segunda fase, la demanda de productos o servicios aumenta, lo que lleva a la necesidad de contratar personal y gestionar mejor la operación. Finalmente, en la última etapa, el enfoque se desplaza hacia el crecimiento e innovación, permitiendo al fundador establecer alianzas estratégicas y explorar nuevas oportunidades.
La importancia de delegar
Delegar tareas es fundamental para el éxito a largo plazo de cualquier emprendimiento. Hacer un análisis del tiempo dedicado a actividades no esenciales puede proporcionar a los emprendedores una clara visión del uso de su tiempo. Aunque algunas tareas parecen intrascendentes, la acumulación de horas dedicadas a funciones que podrían ser delegadas puede sumar un número considerable de horas que podrían invertirse en el desarrollo del negocio.
La confianza en el personal es esencial. Para obtener resultados óptimos, las empresas deben garantizar un pago justo y condiciones laborales adecuadas, lo que optimiza tanto la productividad como la satisfacción del empleado.
El camino del emprendimiento es un viaje lleno de desafíos y aprendizajes. Superar la mentalidad del todólogo no solo se traduce en mayor eficiencia, sino que también permite a los emprendedores reconectar con la pasión que inicialmente los impulsó a iniciar su propio negocio.
Gracias por leer Columna Digital, puedes seguirnos en Facebook, Twitter, Instagram o visitar nuestra página oficial. No olvides comentar sobre este articulo directamente en la parte inferior de esta página, tu comentario es muy importante para nuestra área de redacción y nuestros lectores.