La Lucha de los Atletas de Canotaje en Urandén: Un Espacio de Esperanza en Medio de la Crisis
La Isla de Urandén, famosa por ser un semillero de campeones en canotaje, se encuentra en una encrucijada crítica mientras se prepara para las próximas competencias nacionales. Aunque la comunidad sueña con recuperar su lugar en el podio y obtener las medallas de oro que tanto anhelan, se enfrenta a retos abrumadores. Uno de los más apremiantes es la crisis alimentaria que afecta a sus jóvenes deportistas, quienes solo pueden consumir cerca de dos comidas al día —un número alarmantemente bajo comparado con las cinco que se requieren para un atleta de alto rendimiento.
Esta situación ha repercutido negativamente en su capacidad de entrenamiento. Sin una nutrición adecuada, los entrenadores advierten que no pueden exigir más a sus cuerpos, lo que limita la posibilidad de realizar sesiones de entrenamiento intensas y efectivas. “Por lo regular, consumen uno en la mañana y otro al medio día, y no podemos exigirles más para su rendimiento”, expresó un miembro del equipo técnico, evidenciando la gravedad de la situación.
Además de las carencias alimentarias, los atletas de Urandén se ven obligados a entrenar con equipo en condiciones precarias. Las canoas, algunas de las cuales están obsoletas y tienen hasta 20 años de antigüedad, contrastan fuertemente con el equipamiento de última generación utilizado por selecciones de otros estados. Juan Carlos León Quirino, director técnico del equipo, señaló que “tenemos que competir con canoas que no son las adecuadas, y esto marca una diferencia notable”.
A la escasez de recursos se suman otras necesidades, como la falta de palas y rodilleras, lo que agrava aún más el rendimiento de los jóvenes preparándose para los juegos más importantes del país. “Para 25 atletas, tenemos como tres palas buenas y cinco rodilleras”, señaló León Quirino, enfatizando la urgencia de mejorar las condiciones con las que cuentan.
Con un equipo compuesto por 25 jóvenes, entre hombres y mujeres de edades comprendidas entre 14 y 23 años, la selección de Urandén está ansiosa por demostrar su potencial en las Olimpiadas Nacionales de Yucatán 2025. El entusiasmo de estos deportistas contrasta con las duras realidades a las que se enfrentan día a día.
Frente a este panorama, Juan Carlos León Quirino ha hecho un llamado a la iniciativa privada para que se involucre y apoye a estos jóvenes deportistas apadrinándolos. Al respecto, mencionó que “con medio millón de pesos podríamos resolver muchas de las necesidades que tenemos en el área”. Esta inversión no solo busca mejorar las infraestructuras y el material disponible, sino también reafirmar el compromiso de Urandén como cuna de campeones en esta disciplina.
A pesar de las dificultades, Urandén ha sido históricamente conocido por su destacado desempeño en canotaje, con más de 500 medallas ganadas en diversos eventos nacionales. Un klompendio de logros que refleja el esfuerzo y dedicación de una región que, en la actualidad, se esfuerza por no perder su esencia competitiva.
José Everardo Cristóbal Quirino, campeón mundial de 2006, también ha señalado la falta de apoyo gubernamental que ha originado una crisis en el desarrollo de nuevos talentos. La ausencia de becas ha llevado a muchos jóvenes a tener que equilibrar sus estudios, trabajos y entrenamientos, disminuyendo su capacidad para rendir al máximo en competiciones.
Mientras Urandén lucha por recuperar su gloria en el canotaje, el espíritu indomable de sus atletas permanece intacto. “A pesar de las dificultades, tengo buenas expectativas para las próximas competencias,” concluyó León Quirino, inyectando un rayo de esperanza en el futuro de estos jóvenes que buscan brillar en nombre de Michoacán.
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