El internacional brasileño Vinícius Júnior, estrella del Real Madrid, celebró su 25° cumpleaños de una manera excepcional al transformar parte de Río de Janeiro en un parque temático personalizado, apodado “Vini World”. La celebración tuvo lugar en el lujoso barrio de Vargem Pequena y estuvo marcada por varias noches llenas de entretenimiento en vivo, juegos mecánicos, espectáculos de samba y un buffet con una amplia variedad de cocina internacional. Un rasgo distintivo de la celebración fue la impresionante réplica de la cabeza de Vinícius, que dominaba el área de la fiesta.
Apenas unas semanas después de la eliminación del Real Madrid en las semifinales del Mundial de Clubes de la FIFA a manos del PSG, el joven futbolista regresó a su Brasil natal, donde dedicó tiempo a afinar todos los detalles de este fastuoso evento, que se llevó a cabo unos días después de su cumpleaños oficial, el 12 de julio.
El estadio Lajedo, sede de la celebración, fue transformado en un vibrante espacio festivo, adornado con elaboradas decoraciones y diversos escenarios temáticos. Los intrincados carteles de neón que llevaban el apodo del jugador, “Big 7”, también fueron una de las características más destacadas de esta impresionante fiesta.
A la entrada del evento, un gran letrero proclamaba “Baila, Vini Jr., 25 años”, dando la bienvenida a los invitados a un amplio espacio donde se podía disfrutar de música, luces y atracciones que incluían desde puestos de comida hasta un barco pirata.
La lista de asistentes no solo incluyó a amigos y familiares del futbolista, como sus compañeros del Real Madrid, Eduardo Camavinga y Éder Militão, sino que también se contó con la presencia del rapero Travis Scott, quien aprovechó su tiempo en Río para realizar una actuación en vivo durante la fiesta junto a Vinícius.
Los invitados se vieron igualmente obsequiados con camisetas personalizadas que portaban el lema “Baila, Vini Jr.”. Sin embargo, el centro de atención fue indudablemente el espectacular busto de la cabeza de Vinícius, que medía varias veces el tamaño real y estaba iluminado con luces brillantes en tonos azules, morados y rojos, reflejando aspectos únicos del jugador, como su ceja afeitada y los pendientes dorados que suelen caracterizarlo.
Inspirado por una similar estatua erigida por Travis Scott en la entrada de su famoso Festival Astroworld, el busto se alzaba majestuosamente en el escenario donde se llevaban a cabo las presentaciones musicales. Aunque el evento fue sin duda monumental, lo curioso es que no hubo tarta de cumpleaños a la vista, lo que da un giro intrigante a la historia de esta celebración única.
La originalidad y el derroche en la organización de este cumpleaños resaltan no solo la personalidad extravagante de Vinícius Júnior, sino también su capacidad para unir a amigos, familiares y admiradores en una celebración que quedará en la memoria de quienes tuvieron la oportunidad de asistir.
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