La inseguridad no es un tema nuevo, pero en los últimos años se ha convertido en una de las principales preocupaciones de la población.
En colonias de Cuernavaca, Jiutepec, Temixco y Cuautla, la violencia ya no sólo aparece en las noticias; se vive en el día a día. Comerciantes narran que las extorsiones son frecuentes y que muchos prefieren cerrar sus negocios antes que arriesgar la vida.
“Yo tenía una pequeña carnicería en Jiutepec”, relata Don Ernesto, de 54 años. “Un grupo llegó a pedirme ‘cuota. Al principio pensé que era un susto, pero regresaron con armas. Decidí cerrar. Perdí mi negocio de años, pero no quise perder a mi familia”.
En los barrios populares, los jóvenes se enfrentan a la falta de oportunidades laborales y educativas, lo que los convierte en presa fácil para grupos delictivos que ofrecen dinero rápido a cambio de integrarse a sus filas.
El transporte público también refleja el problema: asaltos a unidades, choferes amenazados y usuarios que viajan con miedo. Todo esto genera un círculo vicioso: menos inversión, menos empleo y más gente en condiciones de vulnerabilidad.
Especialistas en seguridad coinciden en que Morelos necesita una estrategia integral, no sólo operativos reactivos. Algunos de los puntos clave que podrían marcar la diferencia son el fortalecimiento de las policías locales ya que muchos municipios carecen de recursos, capacitación y equipamiento, y una policía mal pagada y sin preparación se vuelve más vulnerable a la corrupción y la infiltración criminal; la prevención social del delito, pues no basta con patrullas en las calles, se requiere de programas que atiendan las raíces del problema como el desempleo juvenil, deserción escolar, adicciones y falta de espacios comunitarios; inteligencia y coordinación real mediante el intercambio de información entre municipios, estado y federación, que ahora es limitado, dado que sin inteligencia criminal los operativos son como “disparos al aire”; y confianza ciudadana puesto que la gente difícilmente denuncia porque no confía en las autoridades. Recuperar esa confianza es fundamental para que los casos no queden en la impunidad.
Una ciudadana, Karina, empresaria en Cuautla, nos comenta: “Yo denuncié a un funcionario por pedir moches en la alcaldía. Después de meses, el expediente sigue igual. Al final me cansé de ir a la Fiscalía, sentí que no querían avanzar”.
Quizás el gran problema es el binomio inseparable de seguridad y corrupción, pues se anuncian los fraudes al estado pero no pasa nada, son pura llamarada de petate, por ello la gente ha perdido la esperanza.
El fracaso en el combate a la corrupción está directamente relacionado con la inseguridad. Policías coludidos, ministerios públicos que filtran información y funcionarios que desvían recursos destinados a seguridad son ejemplos claros de cómo la corrupción alimenta a la violencia.
Hay que transparentar procesos y rendir cuentas periódicamente a la ciudadanía, no sólo a través de informes oficiales, de la misma manera que generar mecanismos de participación ciudadana para vigilar avances y evitar que los casos queden congelados.
La esperanza ciudadana:
A pesar del panorama crítico, la sociedad civil morelense ha mostrado capacidad de organización. Colectivos de víctimas, asociaciones empresariales y grupos comunitarios insisten en que no se trata sólo de exigir seguridad, sino de participar en la construcción de ella.
“Nos cansamos de esperar a que el gobierno resuelva todo”, dice Patricia, integrante de un colectivo en Temixco. “Ahora hacemos rondas vecinales, cuidamos a nuestros niños y tratamos de apoyar a jóvenes con becas locales. Pero si las autoridades no hacen su parte, nosotros solos no podemos”.
La voz ciudadana se ha vuelto un clamor, se quieren resultados, transparencia y justicia. Y aunque el miedo persiste, la convicción de muchos es que no se puede abandonar la exigencia de un Morelos seguro y libre de corrupción.
¿No cree usted?.
Felicidades a Eleonora Izunsa por el éxito de Cinema Planeta con una inauguración con la sala llena a reventar y una extraordinaria pelicula. Sobre los migrantes al vecino pais, un esfuerzo realmente loableen favor de el medio ambiente en nuestro pais y el mundo.