Dos personas han sido condenadas a 110 años de prisión por el asesinato del concejal popular en Ermua, Miguel Ángel Blanco, en 1998. Según las pruebas recopiladas, Txapote y Amaia fueron los responsables del crimen que conmocionó a toda España hace más de 20 años. La audiencia provincial de Álava concluyó que los acusados actuaron “contra un representante democrático” y de forma “inhumana, cruel e irreversible”.
El juicio, que ha sido uno de los más largos en la historia de España, ha sido seguido de cerca por los ciudadanos y la prensa nacional. La condena llega tras años de investigación y un juicio que ha durado más de un año. Los familiares de Blanco han expresado su alegría por la sentencia y han asegurado que, aunque el dolor no desaparecerá, al menos se ha hecho justicia.
El crimen de Miguel Ángel Blanco conmocionó a toda España en el verano de 1998. Fue secuestrado por ETA y mantenido cautivo durante dos días antes de ser asesinado de forma brutal. Su muerte desató una ola de protestas y manifestaciones en las calles que cambiaron la percepción de muchos ciudadanos sobre la organización terrorista y sus métodos.
La lucha contra ETA fue uno de los temas más importantes en la política española durante muchos años. A raíz de la muerte de Blanco, miles de personas salieron a la calle con un lema en común: “No a la violencia”. Este grito se convirtió en un símbolo de la resistencia contra el terrorismo y de la defensa de la democracia y la libertad.
En resumen, la sentencia a Txapote y Amaia ha sido uno de los momentos más significativos en la lucha contra ETA y el terrorismo en España. Ha sido un largo camino para llegar a este punto, pero la justicia finalmente ha sido servida. El recuerdo de Miguel Ángel Blanco y su legado perdurarán en la memoria colectiva de los españoles para siempre.
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