Las mujeres en México viven una terrible realidad de abusos y confinamiento laboral, 30.4 millones de este sector de la población que pese a tener fuente de trabajo carecen de ingresos suficientes para superar el umbral de pobreza o no tienen acceso a los servicios de salud y protecciones de seguridad social.
Más de 13.2 millones de mujeres tienen trabajos informales y más de 6.1 millones trabajan en condiciones críticas, según un análisis que elaboró Acción Frente a la Pobreza con base en cifras del INEGI.
Detalla que de 179 países, México ocupa el lugar 145 de la tasa de participación laboral de las mujeres.
El reporte “Raíz económica de la desigualdad: Exclusión y precariedad laborales para las mujeres en México” , destaca que las raíces de la desigualdad están en la economía donde las mujeres son el sector más excluido del sistema laboral, el más violentado en sus derechos a un trabajo digno y sin ingresos suficientes que les permitan superar la pobreza.
En el marco de la conmemoración del Día Internacional de la Mujer, Acción Ciudadana Frente a la Pobreza destaca que unas 21.5 Millones de mujeres mexicanas en edad de trabajar pero excluidas del campo laboral.
En este escenario 4.4 millones están desempleadas, buscando trabajo o disponibles y sin impedimento para trabajar.
Además, hay 17 millones que no están disponibles debido a que realizan labores de cuidado y domésticas, sin remuneración.
Estas labores no remuneradas tienen un valor económico equivalente a 26 puntos del Producto Interno Bruto (PIB) del país, y aún así se les cataloga como población “no económicamente activa”.
De acuerdo a este análisis, las mujeres tienen una participación laboral de 40%, pero aportan el 60% del desempleo.
En realidad, la tasa de desempleo de las mujeres es de 15.7%, considerando tanto a las desocupadas como a las disponibles, mientras que la tasa general de desempleo es de 11%.
CON TRABAJOS PRECARIOS
Los datos del INEGI refieren que además de las mujeres excluidas, hay 23.6 millones de mujeres con trabajo, pero 7 de cada 10 (16.3 millones) carecen de ingreso suficiente para superar el umbral de pobreza y 6 de cada 10 (14.1 millones) trabajan sin acceso a los servicios de salud y protecciones de seguridad social.
Si solo nos enfocamos en quienes tienen trabajo formal, de 8.4 millones de mujeres registradas en el IMSS, 4 millones, casi la mitad, carecen de ingreso suficiente, para superar el umbral de pobreza. Pese a lo que se cree, casi 6 de cada 10 de las mujeres con trabajo formal y sin ingreso suficiente, trabajan en grandes y medianas empresas (57%).
“La desigualdad que violenta los derechos de millones de mujeres en México tiene una raíz económica: carecen de ingreso propio por no tener trabajo o, peor aún, por no poder salir a buscar trabajo y carecer del ingreso suficiente para cubrir las necesidades básicas, lo cual les impide superar el umbral pobreza”, afirma Paulina Gutiérrez, integrante de Acción Ciudadana Frente a la Pobreza.
Explica que estas situaciones de exclusión y precariedad laborales son una violación al derecho humano al trabajo de las mujeres y, además, son causa de otras desigualdades como, por ejemplo, en el acceso a la salud, a vivienda digna, al tiempo libre e, incluso, a la participación ciudadana y política.
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