En el artículo, se aborda la imposibilidad de dar abrazos debido a circunstancias imprevistas que limitan la expresión física de cariño y cercanía entre las personas. Se destaca la importancia del contacto humano y la conexión emocional que se establece a través de los abrazos, subrayando la pérdida que representa la privación de esta forma de contacto. A lo largo del texto, se explora la diversidad de situaciones en las que los abrazos forman parte del entramado relacional y emocional de las personas, desde encuentros casuales hasta momentos de consuelo y apoyo en situaciones difíciles. Asimismo, se reflexiona sobre el impacto que esta ausencia puede tener en el bienestar emocional de las personas, así como en el fortalecimiento de los vínculos sociales. Por último, se alude a la esperanza de que en el futuro se recupere la posibilidad de expresar afecto a través de abrazos, resaltando la necesidad de valorar y disfrutar de estas muestras de cariño en el momento presente.
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