Trump visita Escocia: golf y diplomacia.

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha arribado a Escocia para un viaje que une la diplomacia y sus pasiones personales, como el golf, en un marco de estrictas medidas de seguridad, en medio de protestas anticipadas. El emblemático Air Force One tocó suelo escocés en el aeropuerto de Prestwick, ubicado cerca de Glasgow, alrededor de las 20:30 horas, según reportes de un periodista que viajaba a bordo.

Sin eventos públicos planificados para el sábado, Trump se dirigirá a Turnberry, uno de los dos campos de golf que son parte del imperio familiar gestionado por sus hijos. La policía local ha desplegado un extenso operativo de seguridad en respuesta a las manifestaciones previstas en Edimburgo y Aberdeen, así como en las cercanías de sus propiedades golfísticas.

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Durante el transcurso de su visita, Trump se reunirá con la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, quien busca concretar un acuerdo sobre aranceles entre Estados Unidos y Europa. Además, se espera un encuentro con el primer ministro británico, Keir Starmer, aunque este último no es conocido por su entusiasmo hacia el golf y está más enfocado en discutir asuntos comerciales cruciales.

La relación comercial entre Estados Unidos y Reino Unido ha mostrado avances, con un acuerdo alcanzado en mayo que fue considerado favorable por Londres, ya que evitó altos aranceles impuestos por Trump a otros países. Sin embargo, las inquietudes persisten en torno a las posibles modificaciones que el presidente estadounidense podría desear implementar. Trump, antes de su viaje, mencionó que la conversación giraría en torno al acuerdo comercial, aunque desalentó las expectativas de los británicos sobre una reducción permanente de los aranceles al acero y aluminio.

La situación en Gaza también está prevista en la agenda, mientras la indignación por la crisis humanitaria se intensifica. Starmer se enfrenta a presiones, especialmente desde que el presidente francés, Emmanuel Macron, anunció su intención de reconocer al Estado palestino. Mientras tanto, Trump, quien tiene programado regresar al Reino Unido en septiembre para una segunda visita de Estado por invitación del rey Carlos III, se encuentra en el centro de controversias paralelas.

Su viaje a Escocia también lo aleja de un capítulo problemático relacionado con Jeffrey Epstein, el financiero fallecido recientemente mientras aguardaba juicio por delitos sexuales. Los lazos de Trump con Epstein, aunque remotos, han suscitado críticas, especialmente entre sus seguidores más fieles que piden más transparencia sobre el caso. El diario The Wall Street Journal, que investigó estas conexiones, ha sido excluido por la Casa Blanca de la cobertura durante esta visita y enfrenta una demanda por parte de Trump.

A pesar de sus declaraciones amistosas sobre Escocia, donde su madre nació, el viaje no es ajeno a la oposición. Protestas están programadas en Edimburgo y Aberdeen, impulsadas por un descontento generalizado, que incluye la controversia por la construcción de un campo de golf por parte de la familia de Trump en Balmedie. Mientras algunos habitantes ven la inversión como un conflicto de interés, otros critican el uso de su posición como presidentes para avanzar intereses privados en el extranjero.

Esta información corresponde a la fecha de publicación original (2025-07-25 14:10:00) y refleja la situación en ese momento, sin actualizaciones sobre eventos posteriores.

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