La Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA) ha dado un paso significativo en el ámbito de la salud visual al aprobar unas gotas innovadoras diseñadas para mejorar la visión de personas con presbicia. Estas gotas, denominadas VIZZ, contienen aceclidina como su ingrediente activo y son un avance notable en el tratamiento de esta condición, ya que no requieren el uso de gafas. Aunque no son las primeras gotas de este tipo, se destacan por su capacidad de minimizar los efectos secundarios, apuntando a la salud ocular.
La empresa farmacéutica LENZ, que desarrolla VIZZ, anticipa que su producto estará disponible en el mercado estadounidense en aproximadamente tres meses. Esta llegada es esperada con entusiasmo, ya que se prevé que VIZZ sustituya a los fármacos actualmente empleados en el tratamiento de la presbicia.
Las gotas representan un avance que podría abrir la puerta a más tratamientos para otras afecciones oculares, permitiendo la posibilidad de tratar problemas visuales sin recurrir a las gafas o intervenciones quirúrgicas. Sin embargo, la expansión de este producto a mercados fuera de Estados Unidos, como Europa, aún requerirá tiempo y desarrollo.
La presbicia es una condición natural relacionada con la edad en la que el cristalino -la lente del ojo- pierde flexibilidad, dificultando el enfoque en objetos cercanos, lo que a menudo resulta en visión borrosa. Generalmente, este problema se corrige mediante gafas, pero las gotas para la visión presentan una alternativa. Es importante señalar que existen dos tipos de gotas oftálmicas en este ámbito: las mióticas, que provocan un efecto conocido como “cabeza de alfiler” al contraer la pupila, y aquellas que promueven el ablandamiento del cristalino, siendo estas últimas más eficientes si se emplean en las etapas iniciales de la presbicia.
VIZZ se distingue al ser capaz de reducir el tamaño de la pupila de manera suave, evitando el daño a los músculos oculares que otras gotas mióticas suelen causar. No obstante, es relevante mencionar que ninguna de estas soluciones resuelve permanentemente el problema de la visión. VIZZ ofrece un efecto que dura alrededor de 10 horas y debe ser administrada solo una vez al día, lo que significa que los usuarios aún dependerán de sus gafas en otros momentos del día.
Con el tiempo, este desarrollo tecnológico promete transformar y facilitar la vida de muchas personas con presbicia al ofrecer una opción menos invasiva que las gafas o la cirugía. Así, la llegada de VIZZ se convierte en una noticia esperanzadora en el mundo de la oftalmología, dejando a muchos a la expectativa de un futuro en el cual las soluciones para la salud ocular continúen evolucionando.
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